La Asociación Nacional de Aborígenes (1920-1932).

La primera organización supra-comunitaria indígena tras la conquista militar de la Patagonia.

Resumen

A partir del sometimiento de las campañas militares de 1878-1885 la población originaria del norte de la Patagonia sufrió la re-ubicación forzosa, la desestructuración de las unidades socio-políticas y familiares, el borramiento de la identidad de cientos de menores y la declamación de la extinción del mundo cultural y social indígena. A partir de este proceso genocida la agencia de individuos y colectivos indígenas fue condicionada en el marco de la construcción de una nueva sociedad que se definía “sin indios”. En adelante, esto se constituyó en un condicionante de sus posibilidades de acceder a la tierra, como así también un principio de estigmatización y diferenciación social.

Nuestro objetivo en este artículo es abordar una instancia particular de la agencia de esta población: la Asociación Nacional de Aborígenes. Esta organización se destacó por su auto-reconocimiento como aborigen y por su estructura supra-comunitaria, trans-territorial y nacional. La ANA militó en un periodo clave definiendo una estrategia política que defendía al productor indígena, alentó procesos de comunalización y de articulación de la agencia de los pueblos originarios con otros actores políticos, tanto en el norte de la Patagonia como en el contexto nacional.