Monitoreo del crecimiento de mecha en ovinos Texel para futuras determinación de eventos estresantes a través de mediciones de cortisol en lana La Pampa.

Resumen

El bienestar animal (BA) ha cobrado relevancia en la producción ganadera global, especialmente en las últimas décadas. Los consumidores están cada vez más conscientes del trato hacia los animales, y demandan productos que integren al BA como un componente esencial de la calidad de sus productos. Esta tendencia ha impulsado la creación de normativas y buenas prácticas que no solo responden a las exigencias del mercado, sino que también mejoran la calidad y sostenibilidad de los productos. Así, el BA se consolida como una herramienta clave para garantizar productos seguros y rentables, respondiendo tanto a las demandas de los consumidores como a la necesidad de un desarrollo sostenible. Uno de los factores más críticos que afecta al bienestar animal es el estrés, que impacta negativamente en la calidad de los productos y en los rendimientos. El estudio del BA en prácticas cotidianas, como la esquila, es fundamental para optimizar el manejo y mejorar la producción. Diversos indicadores, como parámetros fisiológicos, conductuales y niveles de cortisol plasmático, han sido utilizados para evaluar el estrés en animales. Entre ellos, el cortisol se destaca como un indicador clave. En la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLPam, se está desarrollando un proyecto que evalúa la factibilidad de utilizar el cortisol en la lana de ovejas como indicador retrospectivo de estrés. Este método, no invasivo y adaptado de técnicas en humanos, ofrece una forma innovadora de identificar eventos de estrés a lo largo del tiempo. La investigación tiene como objetivo medir el crecimiento mensual de la lana y correlacionar con posibles episodios de estrés, utilizando el cortisol en lana como biomarcador. Durante el 2024, se realizaron mediciones periódicas para correlacionar el crecimiento de la lana con momentos de estrés, identificados mediante cortisol. En el estudio participaron 46 ovinos de raza Texel, identificados con caravanas electrónicas. El crecimiento de la lana se midió mensualmente usando una regla de acero inoxidable y un lector de caravanas electrónicas. Los resultados muestran un crecimiento promedio de 1,21 cm por mes, con variabilidad atribuida a factores individuales y ambientales. El análisis de los datos, basado en un modelo de regresión, mostró un ajuste significativo con un valor de R² del 81%. Estos resultados preliminares sugieren que las mediciones regulares del crecimiento de la lana pueden ser una herramienta efectiva para localizar posibles eventos de estrés a lo largo de la mecha. La correlación entre el crecimiento de la fibra y los posibles eventos estresantes proporciona una base sólida para futuras investigaciones que buscan implementar el cortisol en lana como biomarcador de estrés en ovinos. Este enfoque tiene implicaciones importantes para el bienestar animal y promueve prácticas más sostenibles en la producción de lana, alineándose con las demandas de los consumidores por productos éticos y de alta calidad.