DOI: http://dx.doi.org/10.19137/praxiseducativa-2016-200305

ARTÍCULOS

 

Trayectos escolares previos y vida universitaria

Previous school experience and university life

 

Sandra GÓMEZ*, Mariana ETCHEGORRY**, Flavia AVACA LÓPEZ*** y Carolina CAÓN****

 

Resumen: El principal motivo del presente escrito es compartir resultados de una investigación relativos a las reconstrucciones que hacen los estudiantes sobre sus experiencias escolares previas y las modificaciones reconocidas en la nueva etapa en la vida universitaria. El problema central se vinculó con la necesidad de conocer las características de los jóvenes que transitan la primera etapa universitaria, teniendo como objetivo el dar cuenta de algunas referencias psicosociales de los mismos a los fines de identificar aspectos vinculados a las vivencias en el nuevo trayecto y las formas de acción en torno a la construcción de su lugar en estos nuevos espacios institucionales. La investigación se llevó a cabo en el año 2014. Es de enfoque metodológico mixto, ya que se administró un cuestionario de preguntas cerradas y abiertas y se realizaron entrevistas individuales y grupales. La población estuvo constituida por los estudiantes que estaban cursando su segundo año en las carreras Ciencias Químicas y Veterinaria, en la Universidad Católica de Córdoba.

Palabras clave: Estudiantes; Experiencias escolares; Trayecto universitario

Abstract: The main purpose of this paper is to share research results. These are about the reconstruction that students do on their previous school experiences and how they contrast them with the changes in their university life. The central problem was linked to the need to know the characteristics of young people who are in fact living at the stage of university. We have as a goal to show some of their psychosocial references in order to identify issues related to the experiences in this new step and their ways of action on the construction of their institutional place. The research was conducted in 2014. It is a mixed methodological approach, because we gave a questionnaire with closed and open questions, but also, we took individual and group interviews. The population consisted of students who were enrolled in their second year of Chemical and Veterinary Sciences at the Catholic University of Córdoba.

Keywords: Students; School experiences; University stage

 

Introducción

La complejidad de la vida universitaria exige actualmente profundizar esfuerzos para repensar las propuestas educativas, en pos de lograr dispositivos de enseñanza acordes con las necesidades de los estudiantes y en función de optimizar la calidad de la formación. El presente artículo se elabora en el marco del trabajo de equipo sostenido en torno a un proyecto de investigación que pretende indagar sobre aspectos ligados al tránsito inicial del alumno en la vida universitaria. De este modo, uno de los objetivos es indagar en el reconocimiento de referencias psicosociales de los estudiantes con el fin de identificar aspectos vinculados a las vivencias en el nuevo trayecto y a las formas de acción en torno a la construcción de estos nuevos espacios institucionales. Nos proponemos compartir resultados relativos a la recuperación que hacen los estudiantes de sus experiencias escolares previas y de las nuevas acciones que despliegan al iniciar su trayecto universitario.
La investigación se llevó a cabo en el año 2014. El enfoque metodológico fue mixto. En un primer momento se trabajó con instrumentos como cuestionarios de preguntas cerradas y abiertas. La finalidad de los mismos era obtener una caracterización sociodemográfica del grupo de estudiantes y sus primeras aproximaciones a aspectos considerados claves como los trayectos escolares, la constitución familiar, las prácticas sociales, los cambios a partir del ingreso a la universidad, etc. En una segunda instancia, se realizaron entrevistas individuales y grupales que permitieron un acercamiento a la perspectiva del sujeto desde la trama de los vínculos que la configuran, y la identificación de rasgos distintivos a partir de sus discursos. La población estuvo constituida por estudiantes que estaban cursando el segundo año en cinco carreras pertenecientes a la Universidad Católica de Córdoba. En el presente artículo se comparten resultados de un recorte correspondiente a alumnos de las carreras de Ciencias Químicas y Veterinaria.
El análisis de los datos nos permite afirmar que los vínculos entre docentes y estudiantes y las actividades no escolares en el contexto escolar registradas como vivencias placenteras cobran una dimensión relevante en la escuela primaria. En el nivel secundario, sobresalen las relaciones con los pares. La recuperación de los trayectos escolares está en directa relación con los cambios que vivencian los estudiantes al ingresar a la Universidad y que son, fundamentalmente, subjetivos, sociales y cognoscentes. Reconocer estos cambios desde la perspectiva institucional puede ser un punto clave en la elaboración de dispositivos y de estrategias promotoras de un tránsito armonioso entre la escolaridad previa y la vida universitaria, que colaboren para evitar el fracaso educativo y la deserción.

Referencias teóricas. Reconstrucciones de las vivencias en relación a las trayectorias estudiantiles

La trayectoria es aquel recorrido o camino que transita un estudiante o un grupo de estudiantes en una institución en un tiempo determinado.
Expresa Bourdieu (1977:82)

Tratar de comprender una vida como una serie única y suficiente en sí de acontecimientos sucesivos, sin más vínculos que la asociación a un sujeto cuya constancia no es sin duda más que la de un nombre propio, es más o menos igual de absurdo que tratar de dar razón de un trayecto en el metro sin tener en cuenta la estructura de la red, es decir, la matriz de las relaciones objetivas entre las diferentes estaciones.

¿Por qué nos interesa pensar a los sujetos desde su trayectoria? Porque queremos alejarnos de un análisis sincrónico, para introducirnos en una perspectiva diacrónica. El concepto de trayectoria aporta una mirada de complejidad que permite pensar un sujeto en su situación. Entendemos entonces la trayectoria como una serie de posiciones ocupadas por un mismo agente o grupo en un espacio así mismo en movimiento y sometido a transformaciones reiteradas.
Las trayectorias son heterogéneas, en tanto refieren a la multiplicidad o diversidad de vivencias en el transcurso de la escolaridad, pero la misma realidad escolar trasciende los muros y remite a experiencias familiares y comunitarias en las cuales reconocemos un carácter de educación “no formal”. En este sentido, utilizaremos la categoría “trayectoria estudiantil” para incorporar diferentes contextos de inserción y construcción de aprendizajes.
Las trayectorias pensadas de esta manera permiten perfilar la complejidad de los espacios que, tal como expresamos, constituyen a su vez tramas intersubjetivas en donde cada sujeto porta su historia en un contexto relacional. En este camino, se configuran situaciones a partir de las cuales los sujetos construyen disposiciones que abren diferentes posibilidades de acceso al conocimiento.
Pensar los sujetos que acceden al nivel superior es reflexionar sobre sus trayectorias únicas, particulares y sus trayectorias estudiantiles. El tránsito por la escuela primaria y secundaria, los vínculos familiares, las experiencias en el contexto social más amplio ofician de marco contenedor desde el cual el estudiante se sitúa en el nivel superior, al momento de su ingreso.
La propuesta, entonces, apunta a poder develar en los relatos, los sentidos y significados que los estudiantes de segundo año imprimen a sus recuerdos, para pensar desde sus actualizaciones, cierta caracterización de aquellas experiencias. Desde nuestro punto de vista, las mismas configuran una trayectoria que los ubica de cierta manera ante los desafíos de la vida universitaria.
En función de lo anteriormente dicho, sostenemos que la experiencia narrada posibilita al sujeto inscribirse en el devenir histórico y se constituye en una manera de resignificar el pasado, transitar el presente y perfilar el futuro. El lenguaje oral y escrito en encuestas y entrevistas permite al sujeto recuperar aquello significativo que puede evocar.
Siguiendo a Dubet y Martuccelli (1998:79) la experiencia escolar es entendida como

… la manera en que los actores, individuales y colectivos, combinan las diversas lógicas de la acción que estructuran el mundo escolar... es un trabajo de los individuos que construyen una identidad, una coherencia y un sentido, en un conjunto social que no los posee a priori.

Construir el lugar de estudiante implica un posicionamiento subjetivo, en función de condiciones objetivas. Las historias personales ofrecen distintas posibilidades de acceso a las ofertas simbólicas, según sean las historias biográficas. En este sentido Bourdieu (1979:108-9) afirma que:

A un volumen determinado de capital heredado corresponde un haz de trayectorias más o menos equiprobables que conducen a unas posiciones más o menos equivalentes (…) De ello se desprende que la posición y la trayectoria individual no son estadísticamente independientes, no siendo igualmente probables todas las posiciones de llegada para todos los puntos de partida....

Las experiencias escolares previas están directamente vinculadas con la construcción de formas de acción específicas que pueden ser más cercanas o más lejanas de las exigencias en la universidad. El inicio de la vida universitaria les implica a los estudiantes movilizaciones internas y la necesaria construcción de disposiciones que permitan asumir y sobrellevar las nuevas demandas.

Aspectos metodológicos

La investigación se diseñó como un estudio exploratorio y descriptivo, con enfoque mixto. En una primera etapa, se implementó el método cuantitativo y se utilizó como técnica la encuesta presencial. El instrumento de recolección de datos administrado fue un cuestionario estructurado, con preguntas abiertas y cerradas sobre el que se realizó un censo. En una segunda etapa, el método de investigación fue cualitativo. Se seleccionó como técnica la implementación de entrevistas individuales y grupales.
Se trabajó con la población de segundo año, integrada por aquellos estudiantes dentro de una franja etaria entre 19 y 24 años, correspondiente al segundo semestre de cursado en cinco carreras seleccionadas, en la Universidad Católica de Córdoba.
Para analizar los datos obtenidos por medio de las preguntas abiertas de las encuestas y de las entrevistas se elaboraron las siguientes dimensiones: trayecto de la escolaridad primaria y secundaria, proceso de construcción de nuevos vínculos y cambios a partir del ingreso a la universidad.
En este escrito compartiremos algunas interpretaciones que se han construido a partir de las enunciaciones de los estudiantes universitarios a los fines de poder reconocer el valor de las experiencias en los tramos formativos durante la escolaridad.
Esas enunciaciones pueden entenderse como evocaciones que tienen lugar en un marco particular. Narrarse requiere de una organización cognoscente, organización que permite transmitir aquello que se quiere dar a conocer, estimulado por una pregunta que hace el entrevistador. Desde nuestra perspectiva, lo que se pretende es estudiar la experiencia vivida enfocándose en dos aspectos: la temporalidad (tiempo vivido en la escolaridad) y las relaciones humanas entre actores educativos.
Por el discurso el sujeto comunica su experiencia vivida, no como fue directamente experimentada, sino como expresión por la cual resignifica esa vivencia y le otorga sentido en el nuevo contexto intersubjetivo en el que se establece la entrevista. Así la vivencia subjetiva, que es del orden privado, se tematiza y se comparte en una expresión que hace público aspectos de dicha vivencia. Lahire (2006:136) plantea, por otro lado, que los agentes tienen dificultad para traer al foco de la conciencia y narrar aquello que hacen en la práctica. He aquí una limitación para referirnos a experiencias cuando las narramos. Este autor expresa: “Y no, no siempre somos espontáneamente conscientes de (ni estamos en condiciones de hablar de) lo que somos, lo que hacemos y de lo que sabemos”.
El abordaje del discurso como práctica debe considerar las condiciones sociales dentro de las cuales se concreta el proceso de producción (Costa, Mozejko, 2001). Los sujetos hablan desde un lugar, desde una mirada de la vida particular. En la relación entrevistador–entrevistado, este último define su Yo como alumno y su modo de enunciación quedará condicionado por ese contexto de producción discursiva. A ello se suma que hablará, en este contexto institucional, sobre sí mismo en directa vinculación con su trayectoria estudiantil.


S/T, tinta sobre papel. Griselda Carassay

Resultados

La primera dimensión alude a las trayectorias estudiantiles en la escolaridad primaria y secundaria que se articulan (en las enunciaciones actuales) con nuevos significados a partir de los cuales se constituyen maneras de vinculación con la institución y con el conocimiento en el ámbito universitario.
Al analizar las expresiones que remiten a la experiencia narrada del tránsito por el nivel primario en los datos recolectados de las carreras de Ciencias Químicas y Veterinaria, podemos reconocer el impacto en la subjetividad, en la configuración de vínculos afectivos, y especialmente, en la construcción de vínculos con pares. Los primeros recuerdos que se refieren tienen que ver con tres aspectos: relaciones intersubjetivas, espacios/situaciones y acciones.
Una evocación sustantiva es el lugar preponderante que se le da en la encuesta al grupo de pares.

“Conocí amigos que hasta el día de hoy me acompañan...” (Encuesta N° 3)

“Juegos de entretenimiento, compañeros, maestros...” (Encuesta N° 10)

“Recuerdo las mañanas en el colegio los juegos y los recreos”.(Encuesta N° 16)

“Mis amigos, maestros, actos, fiestas…” (Encuesta N° 28)

“Los primeros momentos, juegos, viajes con mi curso a conocer lugares de importancia cultural y de fin de curso”. (Encuesta N° 33)

Surgen de estos testimonios interrogantes sobre si estos recuerdos emotivos se plasman en relación a los compañeros o respecto a la significación de las acciones que se desplegaban con ellos y si los espacios lúdicos son significados en función de la acción o de los compañeros como personalidades de sostén. Es difícil pensar su disociación.
Los profesores y maestros tienen un lugar especial en las encuestas realizadas en ambas carreras. Los recuerdos aluden a una dimensión ética (moral) como la enseñanza de valores, en donde la “dedicación y entrega” son virtudes bien valoradas.

“Era una escuela muy buena con excelentes maestros, nos enseñaban muchos valores. No era de gran estructura. Las aulas chiquitas”. (Encuesta N°18)

“Del secundario, a los profesores de Física, química, literatura, historia y biología porque además de contenidos teóricos nos formaban como personas, aconsejando y con verdaderas ganas de enseñar”.(Encuesta N° 22)

Se observa también que recuerdan a aquellos docentes con los que tenían una relación estrecha y les brindaban confianza a la hora de aprender o de enfrentarse a diversas situaciones.

“…dos maestras, una de 1ro y otra de 5to año, ambas eran cercanas a las alumnas, lo que nos hacía sentir cómodas y con confianza para contarles nuestros problemas, así también como para participar en clase.” (Encuesta N° 11)

La contención psicosocial que puedan procurar los adultos en relación a los niños y adolescentes cumple una función subjetivante central en las historias biográficas de los estudiantes. Cuando en la relación pedagógica el espacio de confianza no se ha construido o se ha vulnerado, difícilmente se sostengan los procesos de aprendizaje en un contexto intersubjetivo armonioso. Por otra parte, los estudiantes significan positivamente el desempeño favorable de la función de enseñantes de sus profesores. Este último punto queda explícito en expresiones cómo:

“Pero ella, la explicaba muy bien, la hacía interesante y gracias a eso hoy en día me sigue importando el saber de ese tema”. (Encuesta N° 9)

Indudablemente una manera de transmisión clara y entusiasta favorece que los estudiantes se sostengan de manera involucrada en los procesos de construcción de conocimiento. La ausencia o el modo deficitario en las prácticas de enseñanza pueden tener un impacto de distinto grado en los aprendizajes y en las formas de vincularse con los objetos de conocimiento.
Respecto a espacios/situaciones, las experiencias de distensión en el contexto escolar como pueden ser los momentos del recreo o los tiempos libres para el juego, son los más mencionados. La alusión a las tareas áulicas casi no tiene presencia.

“Mis amigas y los momentos del recreo”. (Encuesta N° 2)

“El patio de la escuela donde jugábamos”. (Encuesta N° 5)

“Los bancos, la galería, las paredes pintadas, los maestros, los compañeros”. (Encuesta N° 44)

En general, los recuerdos de la escolaridad primaria, son agradables. Lahire refiere a este respecto:

La personalidad cultural del niño o del adolescente, sus “preferencias” y sus prácticas, sus acciones y reacciones, son incomprensibles fuera de las relaciones sociales que se tejen, entre él y los demás miembros de la constelación social en la que está inmerso. En efecto, el niño, luego adolescente, constituye sus disposiciones mentales y comportamentales a través de las formas que toman las relaciones de interdependencia con las personas que le rodean de modo más habitual y duradero. (Lahire, 2007:24)

El tránsito a la escuela secundaria valora la continuidad de los vínculos ya constituidos en la escuela primaria y la capacidad de sortear las diferencias en lo que hace al formato escolar (exigencias, cantidad de docentes). Nuevamente los aspectos sociales y patémicos son el andamiaje fundamental para afrontar los nuevos desafíos.

“Muchos de mis amigos me acompañaron desde la primaria a la secu, pero aunque parecía que seguíamos siendo niños con el tiempo aprendimos que no”. (Encuesta N° 38)

Se reconocen frente al cambio vivencias de ansiedad, ante la adaptación a horarios, normas, asumiendo así una mayor responsabilidad.
El tránsito entre la escuela primaria y secundariase asocia a la necesidad de una adaptación a una nueva carga horaria, cantidad de asignaturas y profesores, nuevas reglas que conllevarán la progresiva construcción de mayor autonomía.
En general, los estudiantes hacen referencia al acompañamiento de la familia pero, en relación al secundario, el progreso se asocia a la disposición de profesores que acompañan y nuevamente el centro será la posibilidad de los vínculos con los pares, ahora sí como contención. Es que

…el período adolescente, por ejemplo, sólo se comprende si se le sitúa en el punto de intersección de las constricciones escolares, las parentales –más o menos homogéneas– y las ligadas a la fratría o a los grupos de pares frecuentados –amigo/a/s o novio/a/s, cuyas propiedades sociales y culturales son más o menos homogéneas–. (Lahire, 2007:31)

Las trayectorias estudiantiles permiten reconocer la importancia fundamental que tiene lo social (grupo de pares y adultos referentes) en la construcción identitaria y en los procesos de aprendizaje.
Se ha observado en los diferentes análisis que, cuando lo afectivo y vincular se presenta de manera más “estable”, se vivencia lo escolar con mayor placer y contención. ¿Será éste un aspecto constitutivo que signa de manera significativa las trayectorias estudiantiles y de alguna manera incide en las disposicionesque “ubican” a los sujetos en el mundo universitario?
Los resultados abren nuevos interrogantes. ¿Qué estrategias pueden recuperar de sus experiencias anteriores para enfrentar las exigencias de la vida universitaria? ¿Qué nuevas formas de vincularidad se constituyen en este espacio? ¿Cómo tramitan las movilizaciones subjetivas aquellos estudiantes que han sufrido desarraigo?
El último punto abordado en este artículo refiere a los cambios reconocidos por los estudiantes. Las transformaciones más recurrentes refieren a la vida doméstica, la vida social, las formas de estudiar, el entusiasmo ante el nuevo proyecto.
El inicio de la vida en la universidad tiene varias implicaciones en la vida de los estudiantes. Las formas de acción varían y se establecen nuevos vínculos con los profesores y compañeros.
La vida social se modifica. Ellos expresan que ya no cuentan con tiempo suficiente para reunirse para el esparcimiento, como tampoco disponen de horas para hacer otras actividades, fuera del estudio, como las que podían hacer cuando iban a la escuela secundaria.
El eje de la preocupación de esta etapa se ubica en no poder cumplir con las exigencias académicas. Esta situación exige un proceso activo de adaptación en el que los estudiantes sufren subjetiva y socialmente al tener que renunciar a muchas horas de sueño, sacrificar tiempo invertido en estar con los amigos, modificar hábitos de estudio. Aun así los moviliza mediano y largo plazo los irá gratificando.

“La demanda que tiene la carrera y la carga horaria hace que no puedas hacer muchas de las actividades que antes sí. Cada uno ya empieza con su vida y se va alejando de algunas personas”. (Encuesta N° 2)

Se gesta en este período crítico de transición una movilización interior que tiene repercusiones personales.

“Más independencia. Más exigencias. Más presión. Tanto positivos como negativos”. (Encuesta N° 10)

Asumir las obligaciones académicas y las de la vida cotidiana los lleva a describir sus vivencias con presiones pero también con libertades. La posibilidad de ser autónomo les exige en simultáneo el tener que asumir que el proyecto de estudio se vaya concretando. Los logros van favoreciendo que persistan en su plan de acción. En la encuesta aparece de esta manera:

“En este momento me siento fascinada con lo que estoy aprendiendo, me da el impulso de seguir y cumplir esta meta. Crecí mucho a nivel formación y criterio”. (Encuesta N° 6)

Pero también se pueden ir generando situaciones que se vivencien como obstáculos y es allí en donde se debe ir acompañando al estudiante durante el proceso.
El cambio en la dimensión temporal también es significativo. En un punto aparece cierta percepción de exigencia en los tiempos que, muchas veces, repercute negativamente pero no siempre es así.

“Me siento con mucho menos tiempo, estoy como más, un poco más, estresada pero me gustó el cambio, o sea cambié de ritmo, pero cambié de amigos también, o sea a mis amigas las sigo manteniendo, pero este grupo nuevo de amigos, yo me di cuenta mucho que era muy distinto”. (Entrevista N° 4)


S/T, tinta sobre papel. Griselda Carassay

La vivencia del tiempo del aprendizaje entrama con los tiempos de afiliación. En el discurso citado de una entrevista se observa cómo la estudiante reconoce la ampliación del capital social, conservando antiguos vínculos y construyendo nuevos.
Desde el ingreso mismo, la trama de relación con los pares, la afiliación a un grupo marca los ritmos de la adaptación al nuevo nivel. Algunos entrevistados relacionan directamente la experiencia del ingreso con la narración y descripción del grupo que conocieron o los acompañó:

“El grupo para mí es muy importante, hicimos un grupo lindo con todos los chicos y el apoyo que nos damos entre todos ya sea para el estudio, para un montón de cosas, en cuanto a lo anímico, a lo personal y también bueno obviamente para el estudio, me gustó mucho y el grupo es bastante unido”. (Entrevista N° 1)

La construcción de vínculos provee de soportes que facilitan la asunción de los desafíos. De esto da cuenta el discurso de esta entrevistada.

“Yo estudiaba en Río Cuarto (...) eso me afectó muy mucho, fue una de las cosas, o sea, primero que me había ido mal en una materia que estaba trabajadísima y no había forma de sacarla , no la podía sacar y me afectaba mucho estar sola porque mis amigos estaban acá en Córdoba, eh mi hermano estaba acá en Córdoba estudiando, ni un familiar en Río Cuarto yo, y no me podía quedar un fin de semana se me hacía muy complicado, o sea, difícil para mí, yo soy mí muy pegota a mi familia y me recostó eso”. (Entrevista N° 6)

Sin esa contención, la sensación de soledad se transforma en un obstáculo a veces incluso causante de deserción. Así se testimonia en esta encuesta.

“El desapego a la familia y a la independencia casi total, muchas más responsabilidades y sentís que es el futuro que estoy eligiendo.” (Encuesta N° 48)

Algunas maneras de adaptarse o construir estrategias para resolver la situación de desapego, nuevamente remiten a lo vincular, tal como se aprecia en esta cita de una entrevista:

“Bien. Cómoda. Desde chiquita me acostumbré a ser independiente y me muevo para todos lados, si tengo que ir al médico, si tengo que hacer trámites me muevo para todos lados sola, independiente (...) aparte tenía a mi hermana a su vez tenía sus conocidos; mi hermana a su vez tenía todos sus amigos de Luigi entonces también estaba en contacto con ellos, tenía mis amigos de Luigi también acá”. (Entrevista N° 5)

En algunos casos, se cuenta con vínculos familiares o se constituyen vínculos con pares que se transforman en la contención para afrontar el impacto del desarraigo.

Conclusiones

Durante la trayectoria educativa de un sujeto se configuran tramas de significados que repercuten en la forma en que interaccionan, en cada nueva experiencia educativa, en los contenidos y en los sujetos. Se reconoce la importancia de lo social y la afectividad en las posibilidades cognoscentes de los sujetos en los enunciados citados. Cada nuevo peldaño va dando cuenta de cómo se integran esas posibilidades y cómo configuran nuevas maneras de adaptación sobre la base de lo ya construido.
La experiencia universitaria propone al estudiante un conjunto de desafíos, que no sólo remiten a lo académico, sino que lo enfrentan con sus posibilidades para construir nuevas estrategias para afrontarlos. Se configura una situación que implica, por parte del sujeto, evidenciar esquemas de acción propios, pero también exigencias de acomodación que conllevan a la resignificación de esos esquemas en pos de construir otros nuevos que propicien la adaptación. Sin embargo, como se explicita en las narrativas, no sólo se refiere a lo cognitivo, sino a disposiciones complejas, los habitus interpelados por otro tipo de relaciones sociales. Estas nuevas maneras de vinculación impactan en la subjetividad y son significadas positiva o negativamente según la manera de configurarse. Así, la experiencia pone en tensión dependencia-independencia; autonomía-responsabilidad.
Enfrentar la Universidad pone en tensión todas las experiencias anteriores, nuevos niveles de exigencia académicos, pero también nuevas maneras de vincularse en lo social, en relación al grupo de pares y de docentes. Por esta razón, algunas situaciones como mudanzas pueden impactar en el proceso como un obstáculo difícil de sortear.
El análisis de los datos nos permite concluir que las formas vinculares entre docentes y alumnos como así también las actividades extra áulicas que se han registrado con placer cobran una dimensión relevante en la escuela primaria. En el nivel secundario sobresalen las relaciones con pares. En este caso la recuperación de las experiencias se hace en directa relación con los cambios que han vivenciado a partir del ingreso a la universidady son valoraciones de cambios subjetivos, sociales y cognoscentes los que adquieren relieve.
El reconocimiento del impacto de estos cambios vivenciados por los estudiantes es lo que permitiría generar espacios de intervención, promotores de una incorporación medianamente armoniosa a la nueva vida universitaria. De esta manera probablemente pudieran evitarse deserciones generadas por múltiples factores del fracaso educativo. Cabe preguntarnos qué espacios, físicos y simbólicos puede brindar la Universidad como institución de educación superior para favorecer, incluir, optimizar y acompañar las trayectorias universitarias de los alumnos de las diversas carreras.

Notas

* Profesora y Licenciada en Ciencias de la Educación UNC. Especialista en Gestión y Asesoramiento Pedagógico (UNC). sgomezvinuales@gmail.com.

** Psicopedagoga y Lic. en psicopedagogía. Especialista en Psicopedagogía (UNC). marianaetchegorry@gmail.com.

*** Lic. en psicología por la UNC. flavia3309@hotmail.com.

**** Licenciada en Psicopedagogía por la Universidad Católica de Córdoba. carocaon@hotmail.com.

 

Bibliografía

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10. Lahire, B. (2006). El espíritu sociológico Buenos Aires: Manantial.

Fecha de Recepción: 26 de Junio de 2016
Primera Evaluación: 22 de julio de 2016
Segunda Evaluación: 5 de agosto de 2016
Fecha de Aceptación: 25 de agosto de 2016

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