ARTÍCULOS
**Universidad Nacional Autónoma de México. Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias México. Email: georgtz@correo.crim.unam.mx
Resumen: Este trabajo presenta al posgrado de pedagogía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en su actual diseño. Revisa aspectos generales de su conformación, dentro del marco del sistema de estudios de posgrado de esta universidad y expone la fundamentación pedagógica y educativa que sustenta los contenidos, su organización, las prácticas que se vinculan. El posgrado retoma del Reglamento General de Estudios de Posgrado de la UNAM las orientaciones de flexibilidad curricular y tutoría y asume la formación, eje central del programa, desde una perspectiva multirreferencial.
Palabras clave: Formación; Pedagogía; Multirreferencialidad
Pedagogy Postgraduate Studies at the Autonomous National University of teachers and doctors in pedagogy
Abstract: This paper presents pedagogy postgraduate courses at the Autonomous National University of Mexico (UNAM), in its current model. It revises general aspects of its structure, within the framework of the system of postgraduate studies at this university and explains the pedagogic and educational bases that support contents, organization, and related practices. Taking into account the General Regulation of Postgraduate Studies at the UNAM, this postgraduate course resumes the orientations of curricular flexibility and tutorials and takes responsibility for teacher training, central axis of the program, from a multirreference perspective.
Keywords: Teacher training; Pedagogy; Multirreference
El posgrado de pedagogía de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM) es uno de los 40 programas de
posgrado de esta institución.
Este posgrado lo conforman un programa de maestría y
otro de doctorado, ambos con reconocimiento como programas
consolidados por parte del Consejo Nacional de Ciencia
y Tecnología.
Entre ambos programas de posgrado se atienden a 327
alumnos, 138 de maestría y 189 de doctorado, quienes son atendidos
por 154 docentes de la UNAM y 57 más de otras Instituciones
de Educación Superior del país.
El posgrado de Pedagogía tiene como antecedentes a los primeros
programas de maestría y doctorado que ofreció la Facultad
de Filosofía y Letras de la UNAM en el s.XX. Su orientación central fue en 1935, la formación de docentes,
específicamente de profesores en la enseñanza
secundaria, preparatoria y normal en las diversas áreas del conocimiento que por aquella época se impartían en esta Facultad.
Para la década de los años 50 este posgrado
estaba orientado a la formación de especialistas
(maestría) e investigadores (doctorado) en
el ámbito de la educación.
El posgrado de Pedagogía fue un antecedente
incluso para la formación a nivel licenciatura
de la pedagogía, la cual inicia formalmente
en el año de 1960 (Posgrado, FFyL,
UNAM, 2015).
Como apunta Ardoino (1991), la noción
de formación se trata como en la mayoría de
las nociones relativas a las ciencias humanas,
sociales y de la educación, de un término complejo
y multirreferencial que reclama una lectura
desde diferentes ángulos, porque alberga
un conjunto de significados que definen al sujeto –a sí mismo– como constructor de sí y, al
mismo tiempo, en sus relaciones con los otros
y en el reconocimiento mutuos.
Abordar un objeto de estudio desde diferentes
posturas teóricas desde la multirreferenicialidad
y el mestizaje resulta inevitable.
Podemos interpretarlo como la posibilidad de
encontrar un horizonte común para distintos
enfoques y dimensiones de estudio de objetos
de todo tipo y situaciones de interés. El análisis
se abre entonces a miradas plurales que permiten
acercarse a la complejidad e irreductibilidad
de la realidad.
La formación o el cuidado de sí, en la perspectiva
foucaultiana, supone resituar al sujeto,
al individuo como protagonista de su formación.
A partir esta postura se sostiene la idea
de formar a un sujeto autónomo, libre y responsable,
capaz de pensar, decidir por sí mismo
y elegir su propia vida. Es la posibilidad de
posicionamiento ético, siguiendo a Gadamer
(1988), de asumir la responsabilidad de sí y
ante otros, de realizar su propia construcción
y de reconocer a otros.
Desde la apuesta de la multirreferencialidad,
el campo de la educación se encuentra configurado
en relación con una serie de ciencias y
disciplinas que ayudan a explicar y atender sus
objetos de estudio, con una diversidad de metodologías
y herramientas de indagación.
Desde esta perspectiva es como, según Ardoino
(1991), se puede plantear la posibilidad
de un análisis científico de los hechos, de las
estructuras y de las prácticas educativas.
Entonces si la multirreferencialidad se propone
como una forma de estudio y como una
posibilidad para el análisis científico, también
tiene un lugar para la formación de profesionales
e investigadores. En el posgrado de Pedagogía
la multirreferencialidad no sólo se plantea
como una orientación viable, sino que además
ha constituido una orientación en los hechos
ya establecida en los planes y programas de
estudio que se han ido conformando en este
posgrado. Las líneas de investigación que los
docentes del posgrado vienen construyendo a
lo largo de su carrera académica, constituyen
en la actualidad materia prima del contenido
de los programas. La dinámica de trabajo
académico ha llevado incorporar contenidos
pertinentes a dichas líneas y desde ahí formar
especialistas e investigadores en temas emergentes
y de frontera en el ámbito educativo. En
esta situación, los espacios de formación del
posgrado se han convertido en escenarios académicos
de profundización de conocimientos
especializados y de producción de nuevos conocimientos,
tanto como espacios de diálogo,
interrelación e intercambio académico. Los
planes de estudio de maestría y doctorado de
Pedagogía comparten el impulso al encuentro
y cooperación académica de todo el sistema de
posgrado de la UNAM, y desde ahí se cuenta
con un apoyo para reconocer y fortalecer
la multirreferencialidad de la formación en el
posgrado de pedagogía.
La Universidad se planteó ante el cambio
de siglo enfrentar los retos y desafíos en investigación
y docencia con nuevas propuestas y
orientaciones, con estructuras renovadas para
los estudios de posgrado.
En 1996 se establece un nuevo Reglamento
de Estudios de Posgrado que se convirtió en
la guía de cambio y crecimiento de la Reforma
en el sistema de posgrado en la UNAM. En
una Universidad de más de 300,000 estudiantes (27,000 de ellos en posgrado), con más de
38,000 docentes (11,800 de los cuales son de
tiempo completo), con 15 facultades, 4 escuelas,
5 unidades multidisciplinarias, 14 centros
de educación media superior, con 31 institutos
y 15 centros de investigación y 11 programas
universitarios, una intención central de la reforma
del posgrado ha consistido en la integración
de las entidades universitarias y de su
personal académico en programas conjuntos y
compartidos de posgrado.
El fortalecimiento de la vida colegiada
académica de los posgrados se propuso como
un base sobre la cual apoyar la integración de
entidades universitarias y de docentes, de manera
que se conformaron órganos específicos
como consejos académicos por posgrado, en
los cuales participan académicos de distintas
entidades universitarias y también se conformó una coordinación general para la organización
de dichos consejos académicos de todos
los posgrados de este nivel educativo.
Así se conformó una nueva estructura
universitaria que por un lado, separaba de las
facultades y escuelas, la dirección académica
de cada posgrado y por otro lado, permitía la
interacción entre académicos de todas las entidades
universitarias.
La flexibilidad curricular y el fortalecimiento
tutoral, constituyeron dos acciones u
orientaciones académicas que quedaron fuertemente
entrelazadas con la organización que
promovía esta nueva estructura.
Una tarea de rediseño de este tipo fue posible
en tanto el propio Comité Académico se
constituyó en un equipo mutidisciplinar de
docentes formados en pedagogía, sociología,
psicología, comunicación y filosofía, quienes
a su vez actuaron desde la multirreferencialidad
al ser especialistas en distintas temáticas:
política educativa, curriculum, didáctica,
tutoría, evaluación, historia de la educación,
tecnologías de la información, epistemología
y metodología, identidades y representaciones
sociales, género y formación docente.
Con esta forma de interacción se posibilitó el
diálogo también hacia docentes del posgrado
que están vinculados con campos más lejanos
como la medicina, la economía, la ingeniería,
entre otros y que atienden temas de notable
variación como se verá más adelante. Así se
propone desde la multirreferencialidad en el
diálogo y la construcción de significados, un
programa con esta misma orientación para la
formación de maestros y doctores en pedagogía.
El Programa de Posgrado de Pedagogía
reúne a cuatro entidades universitarias que
tienen licenciaturas o hacen investigación en
educación: Facultad de Estudios Superiores –FES– Acatlán, la Facultad de Estudios Superiores–FES– Aragón, el Instituto de Investigación
Sobre Universidad y Educación y la
Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Al
programa también se suman académicos de
otras entidades de investigación de la UNAM
e incluso de otras instituciones de educación
superior como la Universidad Pedagógica
Nacional y el Departamento de Investigaciones
Educativas del Cinvestav. De esta forma
el Programa cuenta con un amplio rango de
profesores disponibles tanto para impartir los
seminarios como para dirigir los proyectos de
investigación de maestría y doctorado de los
alumnos. El Programa de Posgrado de Pedagogía,
como otros posgrados de la UNAM, no
cuenta con una planta específica de profesores
adscritos directamente al mismo, los profesores
pertenecen a sus instancias de origen.
Esta situación le permite al posgrado contar
con un gran número de profesores que provienen
de campos distintos: de la Sociología de
la Educación, de la Filosofía, de la Lingüística,
de la Comunicación, de la Ciencia Política, de
la Psicología, la Economía etc. Esto, unido a
lo anterior, hace que en términos del aporte
metodológico de las distintas disciplinas, haya
una extensa oferta de apoyo al desarrollo de
las asesorías de las tesis de maestría y doctorado,
esto es, que incidan en la preocupación
metodológica de la tesis del alumno visiones y
experiencias de investigación de tutores y asesores
con concepciones diferentes sobre el propio
planteamiento de la tesis y los métodos de
recopilación de información. Así, los alumnos
se ven frente a profesores que, desde distinto
origen, contribuyen a enriquecer sus propuestas
y planteamientos.
El Programa tiene como propósito la formación
de investigadores en pedagogía y educación
de alto nivel, que sean capaces de dar
cuenta de los diversos problemas educativos
que aquejan el acontecer contemporáneo.
La educación y la formación de ciudadanos,
profesionales, académicos, artistas, se
encuentra dentro de las demandas sociales. Lo
que acontece en un momento histórico social
tiene su relación o sus repercusiones en la educación,
en sus procesos y prácticas. De tal suerte,
que la investigación educativa y pedagógica
debe informar de lo que pasa, de las demandas
sociales. Al mismo tiempo deberá elaborar un
conocimiento o una respuesta para solucionar
el dilema de lograr que sean equiparables los
procesos educativos con los requerimientos
sociales.
El aumento del ritmo de los procesos de
cambio de los fenómenos económicos, sociales
y culturales; la generación de conocimiento
científico y desarrollo tecnológico que ha
caracterizado a los últimos años, acelera la
producción de nuevos acontecimientos y problemas,
y consecuentemente, de información
en los campos educativo y pedagógico. Los
paradigmas de explicación e interpretación
de los fenómenos educativos, de prescripción,
de intervención e innovación pedagógica que
exigen las condiciones sociales, se reformulan
y enriquecen en el hacer cotidiano de quienes
trabajan con la teoría y la práctica educativa.
Lo anterior supone la conformación de nuevos
y diferentes enfoques y perspectivas, la
recuperación de distintas corrientes teóricas
y de enfoques metodológicos, la reconstrucción
de nuevos puntos de vista y la innovación
de estrategias de acercamiento a los problemas.
En el marco de esta situación de cambios y
reformulaciones, los estudiosos de este campo
requieren de una actualización permanente y
de herramientas de análisis e indagación adecuadas
a las necesidades emergentes.
El Programa de Maestría y Doctorado en
Pedagogía no opera ajeno a estas condiciones.
Por esto, recurre a medios de formación que
aseguran, por un lado, el tránsito flexible de
los estudiantes por las diversas perspectivas y
enfoques, y por el otro, una coordinación académica
puntual que procura la articulación
teórica, conceptual y metodológico que es indispensable
para las tareas de investigación y
el ejercicio de su quehacer profesional. De ahí
que las actividades académicas que realizan los
estudiantes estén contempladas en un abanico
de opciones, a la vez que se planean en atención
estricta a los requerimientos formativos
de adquisición de habilidades y conocimientos
necesarios para el logro de los objetivos del
Programa (Plan de Estudios, 2011).
En los planes de estudio se reconoce que
suponen además un ejercicio práctico de actividades
y procedimientos comprometidos en
las tareas y fines que estable el programa. Reconoce,
a la par, que las tareas de investigación y
formación constituyen una pareja inseparable
de la creación y transmisión del conocimiento;
y que la actividad docente se legitima en la actividad
indagatoria.
Actualmente vivimos un dinamismo económico,
político, social y cultural que ha repercutido
en la apertura de nuevos ámbitos de
conocimiento, dentro de los cuales se refleja o
expresa la complejidad del escenario educativo
y los desafíos que enfrenta el campo pedagógico.
Ante esta situación el Programa de Maestría
y Doctorado en Pedagogía, se ha propuesto
articular diversos campos de conocimiento
y líneas de investigación, como una forma de
participar del debate teórico-metodológico,
capaz de aprehender y mejor comprender la
complejidad de los procesos educativos.
La estructura curricular de maestría y doctorado
responden a problemas educativos y
pedagógicos diversos, los cuales están siendo
atendidos por los especialistas del área educativa
del país y específicamente los del programa
de Pedagogía de la UNAM. Situación que
impacta de manera importante en la consolidación
de este ámbito de conocimiento y en la
formación de los estudiantes.
En el perfil de egreso de la Maestría en Pedagogía
se puntualiza la formación del estudiante
orientada a la investigación, docencia,
gestión e intervención para la solución de los
variados y complejos problemas educativos y
pedagógicos vigentes en el ámbito nacional.
Congruente con ello, para la obtención del grado
se ampliaron las modalidades de titulación;
en lugar tesis se puede optar por otra modalidad
de titulación como el Informe Académico,
donde se recoge la experiencia de una actividad
profesional realizada en el campo educativo,
se puede optar por la elaboración de un
artículo académico o por la elaboración de un
capítulo de libro, derivado de su participación
en un proyecto de investigación educativa, por
la elaboración de material didáctico de apoyo
para la docencia o de innovación y de intervención
académica.
En el perfil de egreso del doctorado se contempla
la formación para investigación, para la
producción de conocimientos y para la docencia
en diversos niveles educativos.
Las líneas de investigación orientadas al
doctorado, tienen como objetivo analizar las
particularidades de lo educativo como objeto
de conocimiento, mismas que se describen
a continuación: Antropología cultural
y educación, Teoría y desarrollo curricular,
Didáctica, evaluación y comunicación, Política,
Economía y Planeación educativa, Epistemología
y Metodología de la investigación
pedagógica, Filosofía de la educación y teorías
pedagógicas, Historia de la educación y
la pedagogía, Desarrollo humano y aprendizaje;
Sistemas educativos formales y no formales,
Sociología de la educación. (Plan de
estudios, 2011).
Las líneas de investigación y de formación
se presentan desde una óptica multidisciplinaria
y multirreferencial se reconoce que cada
tema es susceptible de ser estudiado en una
perspectiva transversal, la cual responde a la
complejidad del fenómeno educativo. Cabe
mencionar que los académicos que integran
cada una de estas líneas, realizan investigación
de frontera, lo que posibilita una permanente
apertura a las innovaciones teóricas y metodológicas
que se generan tanto en el país como a
nivel internacional.
Así por ejemplo, si la atención se dirige al
análisis de lo que acontece en el aula universitaria,
el problema se puede abordar desde la
perspectiva de la vida cotidiana en el salón de
clases, la construcción de identidades, la condición
de vida juvenil y docente, la genealogía
de estas prácticas y discursos, el impacto de las
políticas educativas, los procesos de construcción
del conocimiento.
Si la indagación se orienta a reconstruir la
noción de formación que sustenta un determinado
programa de profesionalización docente,
es posible recurrir a la historia del pensamiento,
a las teorías pedagógicas en curso, a la
transformación de las políticas educativas en
los tiempos y espacios formativos que interese
analizar, a las atmósferas culturales en que surgen
los programas de profesionalización, a las
tradiciones que subyacen en ellos.
En relación con el espacio escolar, el objeto
de estudio se puede abordar desde la perspectiva
de su construcción en el tiempo, las corrientes
pedagógicas que en él se expresan, las
políticas educativas que lo trazaron, la mentalidad
de los grupos sociales inmersos en ella, gestión académica, la manera en que discurre
en ellos la vida cotidiana.
En las diversas líneas de investigación se
fomenta el estudio de aquellos temas que han
despertado particular interés de indagación
en los últimos años, entre ellos destacan: los
estudios de género, ciudadanía y derechos humanos,
educación ambiental para la sustentabilidad,
así como el impacto de las nuevas Tecnologías
de Información y Comunicación en
el campo de la educación. También se estudian
formas de socialización en la parentalidad
contemporánea, educación interculturalidad
bilingüe, educación para grupos vulnerables,
formas de discriminación y exclusión social,
la educación de niños, jóvenes y adultos en
sistemas carcelarios, la universidad de tercera
edad, población en situación de calle, estudios
sobre migrantes, estudios sobre culturas juveniles,
entre otras.
A continuación se puntualizan cada una de
las líneas:
Entre las prácticas y los procesos de formación
que caracterizan al ámbito del posgrado
se encuentra la tutoría, las actividades académicas,
la asistencia a coloquios, congresos y
eventos académicos, así como todo el conjunto
de actividades de formación: acceso a bancos
de datos y redes de información, lectura y
análisis de textos, etcétera. La consolidación
de este conjunto de prácticas se hace posible
por la presencia de los actores (tutores y estudiantes)
en la vida social e intelectual del Programa.
El proceso de formación de investigadores
y profesionales es complejo, por lo tanto
no depende de un solo eje sino de múltiples
circunstancias, el aula constituye un espacio
en donde se forman grupos de investigación,
se establecen lazos entre estudiantes, tutores
y profesores. La formación de investigadores y profesionales, descansa básicamente en una
actividad diaria, en una pedagogía de la práctica
misma y del proceso de investigación. Se
requiere de un habitus específico; para ello, es
menester un proceso de socialización en el que
asimile, se construyan los componentes indispensables
que requiere el trabajo de investigación
y de intervención.
El eje de la enseñanza basado en las interacciones
diarias entre los profesores y los
estudiantes, así como en la vinculación de
diversos aspectos que favorecen su puesta en
marcha, como infraestructura y condiciones
institucionales. Las funciones del tutor se
orientan al desarrollo de las actividades académicas
de los alumnos, con la finalidad de que
éstos elaboren su trabajo de tesis o de otra modalidad
y obtengan el grado respectivo. En este
proceso, el acompañamiento del Comité Tutor
ocupa un espacio académico decisivo. Un Comité
formado por el tutor principal y otros dos
académicos que dan seguimiento puntual al
trabajo del alumno. Se considera que esta figura
de la tutoría, individual por parte del estudiante
y colegiada, a su vez de los tutores, garantiza
mejor la integración del conocimiento,
la visión pluri e incluso transdisciplinaria de
los problemas, y sobre todo, la riqueza teóricoconceptual
de distintos campos inter, multi y
disciplinarios e incluso de temas de investigación
en cuestión. La figura colegiada de la tutoría
constituye un instrumento para multiplicar
las exigencias y promover evaluaciones más
escrupulosas y minuciosas sobre los proyectos
de investigación de los estudiantes.
En el marco de las prácticas institucionales
y curriculares actuales en el posgrado se requiere
analizar los procesos de participación,
de concertación y de decisión generados, con
relación a la gestión pedagógica y curricular,
en diversos ámbitos:
* Marco legal. Se cuenta con un marco legal que define con claridad las políticas académicas. Se cuenta con un programa institucional integral que marca los lineamientos de operación, del plan de estudios, de la incorporación de los académicos, de los estudiantes, de las evaluaciones, entre otros.
* Con relación a las tutorías, se cuenta con un programa de tutorías desarrollado específicamente para las características propias de la estructura del doctorado tutorial.
* Con relación a los estudiantes se puede señalar que los estudiantes eligen los seminarios en función de su proyecto de investigación, ya sea al interior del programa o en otros posgrados del país.
* Con relación a la organización académica, Cada estudiante tiene un tutor principal y comité tutor integrado por dos profesores más.
* Con relación a la movilidad: la movilidad de estudiantes, es considerada por la UNESCO como uno de los factores que propiciarían elevar la calidad en la educación superior en este siglo y que constituye un elemento inherente a la flexibilidad curricular del doctorado, los estudiantes son apoyados para asistir a eventos académicos nacionales y extranjeros y realizar estancias cortas, con apoyo de CONACYT. No obstante, entre las limitaciones personales que atañen directamente a estudiantes, se pueden identificar problemas familiares, la falta de dominio de otros idiomas y el temor al cambio e incertidumbre laboral y escolar.
A todo lo anteriormente expuesto, se agregan algunas contradicciones o contrastes que se hacen manifiestas en la operación del programa:
* Una visión unidisciplinaria de los tutores.
* Incomprensión del carácter articulador de plan de estudios.
* Las fuertes demandas y requerimientos para una formación multirreferencial.
* La necesaria y constante interrelación en el funcionamiento de un Comité Tutor.
* La falta de comprensión del significado y sentido formativo de los coloquios y del resto de las actividades académicas que involucran el constante trabajo colegiado.
* La dificultad de los estudiantes de dedicarse de tiempo completo a sus estudios.
Un posgrado que tiene antecedentes de
alrededor de 75 años, de la universidad más
grande del país, con docentes de larga y reconocida
trayectoria académica es claro que una propuesta que desafía los formatos ya establecidos.
Ante ello es posible ubicar que la
colaboración y el intercambio a las que apunta
la actual estructura académica, pueden ser un
camino de logros y soluciones compartidas.
Sin embargo, el último de los anteriores contrastes
escapa a las posibilidades de organización
y seguimiento del posgrado.
La demanda del Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología Conacyt y de las políticas
de posgrado de la UNAM de contar con alumnos
de tiempo completo y así poder establecer
determinados plazos para las titulaciones de
maestros y doctores, tropieza con las circunstancias
que enfrentan los propios alumnos del
posgrado, al no obtener fácilmente el permiso
para dejar su trabajo.
El actual programa de posgrado de Pedagogía ha logrado rediseñarse en congruencia con la reglamentación universitaria, sin embargo, la riqueza y alcance del mismo ha tenido como base el trabajo que se desarrolla a su interior desde los propios docentes y alumnos del posgrado. Nos referimos a los seminarios, las tutorías que se han venido realizando desde principios de este siglo, los coloquios de doctorado que ya tienen una vigencia de más de dos décadas, la operación de los recientes comités tutorales y la conformación y alcance de la operación de un Comité Académico multidisciplinar, como máximo órgano de autoridad dentro del posgrado. En este sentido, hasta la actualidad el programa ha tenido una construcción desde la base de su hacer cotidiano, una construcción de interacción contante y apertura de espacios de participación. Los desafíos y retos de la sociedad contemporánea suponen la necesidad de seguir revisando y flexibilizando las maneras de interactuar y formar para sostener la multirreferencialidad dentro del programa.
Detalle “Amor de pueblos”, óleo.
Jimena Cabello
“Amor de pueblos”, óleo.
Jimena Cabello
Bibliografía
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6. GADAMER, H. (1988). Verdad y método. Fundamentos de una humanística filosófica, Salamanca, Sígueme, Hermeia 7.
Fecha de Recepción: 19 de diciembre de 2014
Primera Evaluación: 27 de diciembre de 2014
Segunda Evaluación: 7 de enero de 2015
Fecha de Aceptación: 7 de enero de 2015
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