DOI: http://dx.doi.org/10.19137/huellas-2018-2206
ARTÍCULOS
Learning by discovery from Geographic Information Technologies (GITs). Case study: The Horn of Africa
Daila Graciana Pombo1 , María Claudia García2 y María Celeste Martínez Uncal3
Resumen: Los cambios contemporáneos acaecidos en el campo político, social, científico y tecnológico, han modificado el sentido de la enseñanza escolar, de las Ciencias Sociales en general y de la Geografía y la Historia en particular. Dentro de estos cambios, los materiales curriculares de La Pampa incorporan en la enseñanzacuestiones vinculadas a problemáticas políticas, económicas, sociales, ambientales y territoriales, decidiendo que escalas de análisis utilizar para su comprensión. Las Tecnologías de la Información Geográfica (TIG) constituyen una herramienta potente para el trabajo áulico de estas dimensiones favoreciendo así, la producción y la interpretación cartográfica. Los objetivos fundamentales del presente trabajo son dar una capacitación permanente a los docentes para que consigan apropiarse de las nuevas tecnologías, y para que logren implementar propuestas de enseñanza desde la generación e implementación de situaciones problemáticas que permitan alas/os alumnas/os comprender el espacio geográfico como un proceso de construcción social sujeto a cambios continuos y a múltiples y complejas relaciones; como así también, poder reflexionar sobre la estrecha relación existente entre aprendizaje autónomo por descubrimiento y el empleo de las TIG.
Palabras claves: Aprendizaje por descubrimiento; TIG; Espacio geográfico; Curriculum.
Abstract: Contemporary changes in the political, social, scientific and technological fields have changed the meaning of school education, of the Social Sciences in general and of Geography and History in particular. Within these changes, the curricular materials in La Pampa incorporate political, economic, social, environmental and territorial issues into the teaching areas, and also decide on which scales of analysis to use for their understanding. The Geographic Information Technologies (GIT) are a powerful tool for classroom work on these dimensions, thus favoring the production and cartographic interpretation. The main objectives of this work involve raising awareness among teachers of ongoing training tools in order for them to acquire the new technologies, and to implement teaching proposals from the generation and implementation of problem situations that allow students to understand the geographical space as a process of social construction subject to continuous changes, and to multiple and complex relationships. Also, to reflect on the close relationship between autonomous learning by discovery and the use of GITs.
Keywords: Learning by discovery; GITs; Geographical space; Curriculum.
A modo introductorio4
Este artículo tiene como objetivo, por medio de un estudio de caso, reflexionar sobre la estrecha relación existente entre aprendizaje autónomo por descubrimiento y el empleo de las TIG, dentro de las cuales incluimos los Sistemas de Información Geográfica (SIG). Es decir, se analizará cómo los recursos basados en las geotecnologías favorecen las estrategias de indagación y el aprendizaje significativo de los/as alumno/as sobre contenidos en Ciencias Sociales (Geografía e Historia).
Nuevas posibilidades de acceso, generación y gestión de la información están produciendo cambios importantes en todas las áreas del conocimiento. En el campo de las disciplinas sociales han encontrado en las nuevas tecnologías herramientas que facilitan y optimizan nuevas formas para acercarse al territorio (Pombo, 2017, p. 25).
La potencialidad, que se ha generado a partir de los cambios acaecidos en las últimas décadas, se desarrolla en la posibilidad de construir ciudadanía activa. Esto es así, en tanto se brindala base de oportunidades para que los/as alumnas/os se apropien de saberes cada vez más integrados. La comprensión de los mismos tiene por finalidad la transferencia de los saberes a las situaciones de la vida propia y colectiva de la sociedad en la que se habita volviéndolos más relevantes. En este tránsito se construyen las competencias básicas y las competencias espaciales y temporales específicas.
El aprendizaje basado en problemas (ABP), la enseñanza por descubrimiento o también la llamadaenseñanza activa es uno de los métodos que permite combinar el acceso a conocimientoscríticos con el aprendizaje de competencias. Surgió en la Escuela de Medicina de la Universidad de Macmaster en Canadá en la década del 60 tratando de corregir algunas de las deficiencias en la carrera, ya que los estudiantes poseían buenos conocimientos pero no eran capaces de aplicarlos a un problema concreto. En la actualidad, se encuentran distintas versiones, ya que se le realizaron cambios según las instituciones que lo adoptaron y los objetivos formulados. A pesar de esto, mantiene algunos postulados que son de importancia (Barrows, 1986), como por ejemplo estructurar el conocimiento para utilizarlo en diversos contextos, desarrollar procesos eficaces de razonamiento; aumentar de forma sustancial la motivación para el aprendizaje lo que contribuiría a superarla actitud pasiva de los/as alumnos/as y desarrollar la capacidad para trabajar en grupo. En países europeos hubo experiencias pioneras en ciencias sociales en el contexto de grupos como Germania-75, el cual, según Salles Tenás (2010, p. 5):
[…] diseñó un material didáctico con un esquema conceptual típico de la historiografía marxista, que consistía en tres cuadernos de ejercicios (metodológicamente recordaban la enseñanza mediante el sistema de fichas) y que estaba organizado casi siempre sobre la base de textos que actuaban como fuentes y en los cuales se alternaban indistintamente fuentes primarias y secundarias, junto con otros documentos que iban desde el ensayo filosófico hasta el teatro. Así, la praxis del método implicaba en primer lugar un cambio formal de la estructura de la clase, con un enfoque dinámico dentro de su esquematismo, y conllevaba que el alumnado hiciese un procedimiento deductivo a partir de textos propuestos que debían llevar, en una línea piagetiana no declarada, a la interiorización del conocimiento histórico´ […] (Salles Tenás [2010], citado por Paniagua, 95, p. 89).
Éste fue el primer paso para que muchos profesores profundizaran el
proceso de reflexión y enriquecieran sus prácticas docentes. Este enfoque
cobró mayor importancia en la década del 60 debido a razones históricas y
sociales, ya que se produjo una importante corriente crítica en algunos de
los principales centros de intelectuales del mundo en contra del autoritarismo
y la rigidez. Este movimiento, en el campo de la educación, exigía un modelo de enseñanza y de aprendizaje de carácter participativo, innovador
y progresista.
También, con posterioridad, se formaría a finales de los 70 el grupo
Historia 13 16 que se conectaba con el movimiento New History. Este tenía
como idea central “poner menos énfasis en los contenidos que en los procedimientos
de la enseñanza [...], subrayar que la base para esta selección
la forman los objetivos educativos a conseguir y las técnicas o habilidades
históricas a adquirir [...]” (Jones en Domínguez, 1987, p. 233). En este
sentido Dickinson expresa: (2000, p. 87), “el New History enfatiza el pensamiento
con el fin de aprender la naturaleza de la investigación histórica,
así como la manera de adquirir conocimiento efectivo. Este tipo de enfoque
se denominó el método del investigador”.
Se encuentra dentro de esta línea de enseñanza a Garbí y Rayva “aunque
en general tuvieron escasa difusión” (Souto, 1998, p. 336). Esto se
justifica en el predominio de los libros de textos de las grandes editoriales
que continuaron con el fomento del uso de metodologías clásicas. Esta
cuestión ha perdurado en el tiempo y especialmente en el caso de las ciencias
sociales del secundario. Incluso la difusión de las nuevas tecnologías
de la información (TIC) en el aula no ha supuesto un avance.
En cuanto a la enseñanza activa de la didáctica de la Geografía ha habido
trabajos que permitieron su divulgación. Para Marrón Gaite (2007a,
2007b, 2011), en la enseñanza activa, el alumno participa de forma consiente
en su propio proceso de aprendizaje de una geografía adaptada a los
retos del siglo XXI (espacio geográfico como espacio social, capacidades
espaciales, educación en valores, TIG). De esta forma, la enseñanza activa
de la Geografía favorece el aprendizaje completo (saber, saber hacer, saber
ser) y propicia la explicación multicausal de hechos y fenómenos. Esta metodología
implica una enseñanza personalizada y potenciadora del aprendizaje
significativo, autónomo y por descubrimiento. Implica también, basarse
en la motivación de los/as alumno/as y en su interés por entender el
mundo; además debe ser facilitadora de transferencia del conocimiento a
la vida real. En este marco el docente adquiere “la función de orientador y
estimulador del aprendizaje” (Marrón Gaite, 2011, p. 328).
Souto (1998), con su libro Didáctica de la Geografía, desarrolla tres
tipos de procedimientos que hacen posible un aprendizaje activo de la Geografía,
que son la comprensión de la información recibida, formulación de
un método de trabajo y presentación de la información geográfica como
resultado del aprendizaje. La información cartográfica cumple un rol esencial
en los tres procedimientos junto a la información estadística, icónica y
verbal; pero esta información cartográfica analógica ha estado desagregada de los tipos de información. Por el contrario, la geoinformación, con los
SIG y la cartografía digital, permite integrar los tres procesos descriptos
por Souto fomentando a través de ellos la enseñanza activa en Geografía.
Comes (1998) expresa que hay tres capacidades básicas que deben ser
adquiridas por los estudiantes en su proceso de aprendizaje del espacio
geográfico. Ellos son, la conceptualización espacial, orientación en el espacio
y representación gráfica del espacio a través del lenguaje cartográfico,
incluyendo en este último la iniciación en SIG.
Las problemáticas sociales, políticas, económicas, ambientales y territoriales
que se abordan en las Ciencias Sociales se explican e interpretan acudiendo
a marcos teóricos no privativos de este campo, sino que también requiere de
los aportes dediferentes ciencias (Sociología, Economía, Antropología, entre
otras). Algo similar ocurre con las estrategias metodológicas que se utilizan:
análisis de casos, planteo de situaciones problemáticas, análisis de fuentes primarias
y secundarias (entrevistas, artículos periodísticos, etc.), que se comparten
con otras disciplinas sociales. Mientras el trabajo cartográfico, la interpretación
de imágenes, la utilización de Sistemas de Información Geográfica (SIG),
requieren de mayor apropiación en el marco de la Geografía.
Los Sistemas de Información Geográfica (SIG) y la Teledetección han
comenzado a ocupar un lugar en la Educación Secundaria en la Argentina
a partir de su incorporación como contenido procedimental en el Área de
las Ciencias Sociales.
El uso de las TIG (geoinformación) contribuye a implementar metodologías
activas como el aprendizaje por descubrimiento, contribuyendo así a la adquisición de competencias para el pensamiento espacial y para una
ciudadanía espacial (Gryl, Jekel y Donert, 2010). El pensamiento espacial
comprende tres funciones que son, la descriptiva, analítica e inferencial relativa
a los objetos sobre el espacio, y sus estructuras y procesos que, según
la terminología de las inteligencias múltiples de Gardner, son básicas para
el desarrollo de la inteligencia espacial. La ciudadanía espacial comprende
tres competencias como el manejo de técnicas y métodos de información
espacial, evaluación y reflexión sobre las representaciones espaciales, y
comunicación y participación ciudadana con representaciones espaciales.
En cuanto a las capacidades referidas a la ciudadanía espacial, las geotecnologías
poseen un valor importante para su desarrollo, ya que su uso
en las aulas favorece el desarrollo del pensamiento lógico y la capacidad de resolver problemas de índole espacial, considerándose fundamental como
competencia para muchas profesiones en un futuro no muy lejano. En definitiva,
se considera que los/as alumnos/as deben utilizar la tecnología
geoespacial para incrementar su motivación, la comprensión del espacio
y desarrollar la competencia de acceder, evaluar, analizar, producir y compartir
información geográfica.
Los SIG son una de las herramientas metodológicas más importantes
con las que contamos en la actualidad para indagar el mundo y entender
muchas dinámicas territoriales. Más allá de saber dónde se localiza un elemento
concreto en el territorio, implican la utilización de software específico
para tratar o manipular los diversos datos geográficos. Los ejemplos de
utilización de los SIG son ilimitados, como ilimitado es el tipo y cantidad
de información que se puede asociar con lugares particulares de la tierra.
Los procesos de aprendizajes que inducimos y dirigimos durante la clase están destinados, por regla general, a facilitar al alumno nuevas posibilidades de pensar, sentir y valorar, es decir, de actuar y de vivenciar. Debe concretarse en un saber a partir del cual el alumno sea capaz de actuar y juzgar correctamente ante nuevas situaciones y que le posibilite reaccionar emocionalmente de manera adecuada y juzgar correctamente sobre cosas que son objeto de valoraciones. Ello exige que sean construidos los nuevos contenidos del quehacer y del pensamiento (Aebli, 2002, p. 239).
La utilización de las TIG en el aula fomenta la utilización de metodologías
activas, del aprendizaje por descubrimiento (autónomo, crítico,
funcional y constructivo), es decir, incide directamente en la innovación en
la didáctica de la geografía. De este forma, los/as alumno/as son sujetos activos
y protagonistas de la representación cartográfica dinámica que él mismo
confecciona, sobre la que él mismo se cuestiona su corrección, fiabilidad
y exactitud de los datos, y que sirve para que los/as propios alumnos/as
relacionen y evalúen los contenidos geográficos con procesos y cuestiones
sociales del presente para la comprensión del mundo actual. En conclusión,
se trata de que los/as alumno/as creen, planifiquen, organicen y enuncien
nuevos conocimientos educativos geográficos, por medio de aprendizajes
funcionales y significativos.
Para muchos autores, como Boix y Olivella (2007), Luque (2011), De
Miguel (2011) entre otros, los SIG son importantes activos educativos porque
contribuyen a la reforma educativa, metodológica y curricular (aprendizajes
significativos y simultáneo de profesores y alumnos, desarrollo de la
investigación educativa como medio de aprendizaje, adquisición del valor de
la escala global y local, aprendizaje de herramientas con un uso profesional que favorece la orientación de los alumnos), incrementa las capacidades intelectuales
(pensamiento crítico, inteligencia lógica-matemática, inteligencia
lingüística, interpersonal o comunicacional y sobre todo inteligencia espacial),
incrementa la capacidad sobre el acceso a la información (fuentes) y
qué hacer con ella (tratamiento), mejora la creatividad y las habilidades en
el uso de la tecnología informática, potencia el trabajo activo y autónomo
delos/asalumno/as conscientes de su propio aprendizaje a la vez que permite
un trabajo colaborativo, contribuyendo a identificar el paisaje próximo y a
comprender su representación simbólica, entre otros.
¿Qué hace falta para que nuestras demostraciones caigan en tierra fértil y sean observadas y comprendidas? Que pongamos de manifiesto qué problema dominamos con la acción o la capacidad demostradas: la pintura con acuarela, son que haya “nubes”; el cepillado de una tabla de modo que se obtenga un grosor uniforme; la pronunciación de una “s” fuerte, a diferencia de una suave. Exactamente igual sucede en la observación de un objeto o de un acontecimiento: se capta exactamente cuándo se ha convertido en problema. Y así sucede en la interpretación y comprensión de un texto: se nos revela cuando lo abordamos con una propuesta de cuestiones (Aebli, 2002, p. 239).
Para ello, la propuesta es partir de acciones por medio del planteamiento
de un problema, teniendo en claro que uno de los sentidos de la enseñanza
de la Geografía y de la Historia en la escuela tiene que ver con una mirada
política de construcción de ciudadanía con sujetos que pueden intervenir
en el espacio social. Para esto se necesita proyectar una acción que significa
responder a la pregunta de cómo se llega a su meta y realizarla, que es
hallar efectivamente el camino hacia la misma. De esta forma, se intenta
despertar y fomentar el interés de los/as alumnos/as hacia ciertos temas que
posiblemente –hasta entonces– no existe.
Pero ¿cuáles son los criterios en la selección de contenidos-problemas?
Según Fernández Caso y Gurevich (2007) el primer criterio es la significatividad
lógica o epistemológica de los saberes escolares, es decir, su validez
y coherencia en el interior del campo del conocimiento. El segundo,
que sea de relevancia social, o sea, el valor educativo de los contenidos de
cada asignatura, en este caso de la Geografía, y por último, el tercer criterio,
la significatividad psicológica de los saberes escolares, en cuanto al
grado de complejidad que permitan el enriquecimiento de las estructuras y
los esquemas de conocimientos previos.
[…] proporcionamos al alumno procedimientos, métodos y heurísticas que son valiosas en la escuela y también en la vida cotidiana y él experimenta lo que realmente significa buscar e investigar, pensar y reconocer. Con ello adquiere motivos para su curiosidad intelectual y su voluntad de conocimiento. Experimenta la satisfacción que proporciona comprender claramente, desarrolla actitudes de confianza en sí mismo ante nuevas situaciones, de independencia íntima y de autonomía. Y éstos –por suerte o por desgracia– son rasgos del hombre moderno, para los que no es posible la vuelta atrás, sino a lo sumo ir más allá.
Se busca la posibilidad de potenciar el “pensamiento complejo” del
alumno por medio de la selección de un contenido que pertenezca a una
agenda de relaciones entre la sociedad y la naturaleza, que recupere los
aportes de múltiples disciplinas, saberes, actores, discursos y experiencias.
Desde el aprendizaje es valioso en tanto identifica datos relevantes,
encamina un plan de acción al discutir casos y posibilidades, favorece la
toma decisiones cooperativas y potencia los procesos de análisis y síntesis.
Pueden ser presentando primero las situaciones problemáticas y de allí buscar modos de resolverla o puede presentarse los materiales y generar
interrogantes que muevan a la acción.
De esta forma si al docente se le presentan una serie de materiales y
recursos (imágenes satelitales, shapes) de una zona en particular, pueden
surgir varias situaciones problemáticas para trabajar en el aula con los/as
alumnos/as. Por ejemplo, se le muestran y se van subiendo al SIG varias
capas de información en formato shape y raster para presentarles el territorio
a analizar (Figura Nº 1).
Si se observa la Figura Nº1 se puede, a partir de aquí comenzar a realizar
preguntas como por ejemplo: ¿Qué tipo de mapa es el que estamos
observando? ¿Qué área está localizada en el mismo? ¿Pueden nombrar algunas
características (económicas, sociales, políticas, ambientales, entre
otras), de esa zona?
Los SIG ofrecen la posibilidad de ingresar información geográfica por
medio de capas, permiten cruzar variables, y comprender el espacio geográfico
tal y como es: un espacio complejo, producto de la diversidad de
los factores que inciden en él, y reflejo de la complejidad de las sociedades
contemporáneas y del mundo actual. Asimismo, la geoinformación permite
la diversidad de enfoques a un mismo territorio: espacial, histórico, cultural,
y en consecuencia, permite a los alumnos aprender la transversalidad de los procesos sociales en el espacio y relacionar las disciplinas de las
Ciencias Sociales (Geografía e Historia, principalmente).
Figura Nº 1. Localización de los países árabes
Fuente: Elaboración Daila Pombo. Infraestructura de Datos Espaciales (IDE) de la provincia de
La Pampa, 2017.
De esta forma, se sigue incorporando a la clase, capas (shapes) de información
de la zona de interés, como el Producto Bruto Interno (Figura Nº2),
población conectada a Internet, población que realiza estudios Universitarios
(Figura Nº3) y la capa con parte de la población que vive bajo la línea
de umbral de pobreza (Figura Nº4).
Con la interpretación de los shapes incorporados al SIG, se continúa
con preguntas, como por ejemplo: ¿El comportamiento del producto Bruto
Interno (PBI) de los países árabes está relacionado con las situaciones
políticas de los últimos años? ¿Por qué? (Figura Nº 2). ¿La caída de las
exportaciones de productos primarios en la mayoría de estos países influye
en esta situación? ¿Por qué el gran número de egresados de Universidades
no encuentra trabajo en una economía dominada por la elite política? ¿La
crisis actual de estos países, de la sociedad árabe, radica en que no tenía
un acceso consolidado a las Tecnologías de la Información? (Figura Nº 3);
todo esto ¿Los lleva a vivir en peores condiciones sociales que las sociedades
anteriores? (Figura Nº4).
Figura Nº2. Producto Bruto Interno por habitante
Fuente: Elaboración Daila Pombo, a partir de datos en línea del Banco Mundial, 2010.
Figura Nº 3. Conexión a internet y estudios universitarios de la población
Fuente: Elaboración Daila Pombo, con datos en línea del Banco Mundial; base de datos en
línea de la UNESCO y la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
Figura Nº 4. Población que vive bajo el umbral de pobreza
Fuente: Elaboración Daila Pombo, a partir de datos de la División de Población de las Naciones
Unidas, PNUD.
Las revueltas árabes se desarrollan en una región desgarrada por la acumulación
de conflictos abiertos o latentes, de Irak al Sahara, del Kurdistán
a Palestina, del Líbano a Sudán. Una nueva guerra contra Irán supondría
una amenaza no solo para la estabilidad mundial, sino también para el futuro
de la democratización reclamada por los manifestantes, de Marruecos
a Irak, desde fines del año 2010 (El Atlas, 2012, p. 144).
¿En la cartografía (Figura Nº 5) presentada, todavía existe algún tipo de
conflicto? Si es así, ¿los han sentido nombrar en algún medio de comunicación?
A partir de lo que respondan los alumnos, sería interesante que se
remitieran a la búsqueda de noticias más o menos actuales de ellos, y que
realicen su respectivo análisis para tener ya una primera aproximación a
una situación problemática.
A partir de aquí, teniendo ya los/as alumnos/as una idea de la situación
de la zona de estudio, se puede continuar con interrogantes: ¿Por qué en
países como Libia, Egipto y Yemen se habla de dictador derrocado?, ¿Qué significa? ¿Por qué Sudán, Somalia, Siria, Líbano e Irak todavía continúan
en guerra? ¿Cuáles son los interesen que llevan a esto en esos lugares?
Figura Nº 5. Acumulación de crisis y de tropas extranjeras
Fuente: Elaboración Daila Pombo a partir de datos del Atlas IV de Le Monde Diplomatique
Mundos Emergentes (2012).
En el planteamiento sucesivo de preguntas por parte del profesor y al responder a ellas, el alumno va perfilando, cada vez más claramente, la solución del problema, hasta que, completamente desarrollada, quede incorporada a su pensamiento y a su actuación. Es así que resolver problemas es una forma básica de aprendizaje. Según Aebli (2002, p. 255):
Parte del hecho de que el alumno ve y comprende ya ante una estructura a aprender, una idea, un concepto, un procedimiento, en sus rasgos generales, a donde desearía llegar, pero sin saber aún en detalle cómo. Resolver problemas significa desarrollar detalladamente la idea, el procedimiento. “Desarrollar” es aquí una excelente expresión; significa que la solución del problema ya está contenida in nuce en él, pero que ha de desarrollarse a partir de ahí, desarrollándose el pensamiento sobre el problema en pensamiento sobre la solución. Por ello, una clase en la que se resuelven problemas es también una clase en la que implica un desarrollo. Interroga y desarrolla, al mismo tiempo, cuando el propio alumno, o bien, en representación de él, el profesor, plantea consecutivas preguntas y al responder a ellas va perfilando, cada vez más claramente, la solución del problema, hasta que plenamente desarrollada quede incorporada a su pensamiento y a su actuación.
A medida que se va avanzando con el análisis, fuimos partiendo de una
escala chica para poder llegar a una escala más grande, que sería la región
del Cuerno de África (juego de escalas). De esta manera nos adentramos
específicamente a esta área de estudio incorporándoles a los alumnos el
shape de los recursos económicos, la cuenca del Nilo (Figura Nº6), zona
de conflictos o de fuertes tensiones y afinidades políticas (Figura Nº7): ¿El
reparto de las aguas del Nilo puede ser una fuente importante de conflicto
o, por el contrario, un elemento de integración y de cooperación regional? ¿Quién controla los campos petrolíferos del sur y las extensas tierras fértiles
de la depresión del Alto Nilo? ¿Qué sucede con el recurso hidroeléctrico?;
a pesar que otros países están restaurando el orden, ¿por qué Somalia
se encuentra librada al caos y ningún poder central consigue imponerse?
A medida que se avanza con el análisis, ya se pueden plantear problemáticas,
por parte de los alumnos o de los docentes.
De esta forma los y las profesoras se preocuparán de que las nuevas
ideas adquiridas se evalúen correctamente y que todas las variables se interrelacionen,
de modo tal que la nueva acción, la nueva operación, los
nuevos conceptos se construyan paso a paso.
Con frecuencia hay que ayudar a los/as alumnos/as a recordar, a partir
de lo que ya saben, las ideas adecuadas de la solución. Esto se produce
mediante un acertado planteamiento de preguntas, ya que las/os profesor/
as conocen el elemento del saber que se necesita en un momento dado. De
esta forma, los interroga y hace que los encuentren a partir de sus conocimientos.
Figura Nº 6. Actividades económicas en torno de la cuenca del Nilo
Fuente: Elaboración Daila Pombo a partir del Atlas IV de Le Monde Diplomatique Mundos
Emergentes (2012).
De esta manera los SIG y la Teledetección están proporcionando fundamentos básicos y herramientas básicas de uso extendido y creciente en múltiples campos científicos y comerciales.
Figura Nº 7. Juego de alianzas y de influencias del área de estudio
Fuente: Elaboración Daila Pombo a partir del Atlas IV de Le Monde Diplomatique Mundos
Emergentes (2012).
Se pretende conseguir ciertos objetivos y competencias con la utilización de estas herramientas, en los diferentes niveles educativos. Como por ejemplo, interpretar las diversidades y complejidades territoriales a partir de las diversas interrelaciones de las diferentes variables sociales, económicas, políticas, históricas, culturales, artísticas y que los/as alumnos/as desarrollen la capacidad de expresar información cartográficamente.
El formato papel de los tradicionales mapas se ha ido transformando
hasta lograr formatos digitales fácilmente manejables y cada vez más accesibles,
permitiendo su transformación, análisis y reorganización desde
un ordenador. Un mapa es más que una imagen, se trata de una fuente
de información y/o representación que, implícitamente o explícitamente,
lleva asociada mucha información y significado que hace falta aprender a
extraer e interpretar. En este sentido “los SIG nos ayudan a ir más allá de
la exploración visual a través de sus múltiples posibilidades de análisis” (Buzai, 2008, p. 48).
Los principales aportes que hacen las TIG a la enseñanza actual de las
Ciencias Sociales es que se pueden concretar en el papel interesante que
cumplen dentro del currículum educativo, ya que aportan un método de trabajo
permitiendo plantear situaciones problemáticas y ofreciendo respuestas
alternativas específicas a ellas, posibilitando aproximaciones similares
a partir de caminos diferentes, contribuyendo a un aprendizaje simultáneo
entre alumno y profesor y además permitiendo, a través del conocimiento del
territorio, que los diferentes actores se involucren más como ciudadanos.
Otro de los aportes, es que potencian las capacidades intelectuales y
las competencias básicas, ya que favorecen un pensamiento con habilidades
de análisis, síntesis y evaluación constantes. Además, conducen hacia
una inteligencia lógica y matemática, puesto que requieren habilidad para
interpretar y utilizar variables numéricas, aparte de utilizar la tecnología
para su adquisición, procesamiento y transferencia. Esto último fomenta
la capacidad comunicativa, habilidad para transmitir de forma efectiva y a
través de varios métodos de representación de la información.
De esta forma se desarrolla la capacidad espacial, fundamental en Geografía,
siendo que hace falta transformar la realidad en imágenes, mentales
o visuales o viceversa, y a diferentes escalas.
El tercer aporte de estas tecnologías es el control de la información ya que
los/as alumnos/as logran identificar las diversas fuentes de información y
eligen las más adecuadas para solucionar un problema. Así, llegan a integrar
la información proveniente de diferentes fuentes y múltiples formatos.
La búsqueda de la resolución de problemas supone una importante meta
de aprendizaje. Esto es así ya que se percibe la curiosidad por conocer, la
inquietud por descubrir, buscar, explorar a través de la actividad planeada e intencional de los y las docentes ocupados en los modos de comprender
la realidad e intervenir en ella. El problema debe ser de tal índole que su
solución conduzca a un esquema de acción determinado, a una operación
o a una comprensión conceptual. Por este motivo la clase debe comenzar
con una reflexión intensa, con una imagen reveladora del planteamiento
del problema.
Por esta razón, el uso de los mapas (convencionales o digitales) para
enseñar y para aprender Geografía e Historia constituyen un referente fundamental
en el desarrollo de contenidos conceptuales y procedimentales.
El mapa se contempla como un instrumento o herramienta de análisis, conocimiento
e información geográficos. Sin embargo, se propone otorgarle
a esta herramienta un carácter crítico y reflexivo.
De esta forma, se parte del principio de que “la representación cartográfica
es selectiva, por cuanto no es posible introducir todos los rasgos físicos
o ficticios del ámbito geográfico cartografiado. La selección de rasgos
efectuada por el cartógrafo dependerá de la finalidad para la cual se ha producido” (Alegre, 1996, p. 307). Por lo tanto, la selección de contenidos, la
finalidad didáctica y la intencionalidad pedagógica puede y debe conducir
al docente a exponer por medio de mapas aquellos fenómenos geográficos
que considere más adecuados para el desarrollo crítico y constructivo del
alumno con respecto a su medio, a su entorno o a su espacio geográfico.
En conclusión, la solución de problemas requiere de la intervención
activa fundamental de los y las profesor/as, en este caso, con el abordaje
de una problemática a través de herramientas particulares como los SIG y
la Teledetección.
Notas
1 Prof. en Geografía y Esp. en Teledetección y Sistemas de Información Geográfica aplicados al estudio del medio ambiente. Prof. Titular de la Cátedra Técnicas en Geografía, Geografía I, Prof. Adjunta de las materias Técnicas en Geografía II y SIG y Teledetección. Es Investigadora Categoría III del Programa Nacional de Incentivos a Docentes Investigadores.
2 Profesora en Historia. Ayudante de Primera de la Cátedra Práctica de la Enseñanza de la Historia.
3 Ing. en Recursos Naturales, Esp. en Teledetección y Sistemas de Información Geográfica aplicados al estudio del medio ambiente y Magister en Análisis y Procesamiento de Imágenes. JTP de la Cátedra Técnicas en Geografía/Técnicas en Geografía I.
4 Este artículo se enmarca dentro del Proyecto de Investigación “Infraestructura de Datos Espaciales (IDE) de la provincia de La Pampa: las geotecnologías aplicadas al análisis de su complejidad territorial” aprobado por Resolución 034/17 del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNLPam.
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Recibido: 22/02/2018
Aceptado: 10/04/2018