DOI https://doi.org/10.19137/cuadex-2024-08-02 


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DOSSIER

Experiencia de construcción colectiva en prácticas de extensión: abordando la problemática de los microbasurales y las enfermedades zoonóticas en Casilda, Santa Fe

Collective construction experience in extension practices: addressing the problem of micro-trash dumps and zoonotic diseases in Casilda, Santa Fe

Experiência de construção coletiva em práticas de extensão: abordando o problema dos microlixões e doenças zoonóticas em Casilda, Santa Fe

Cristian Javier Alesio

Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de Rosario

cjalesio@gmail.com 

ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8626-0342 

Francisco Javier Bonis

Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de Rosario

Franciscobonis788@gmail.com

ORCID: https://orcid.org/0009-0006-8876-9253 

Natacha María Noelia Schanzempch

Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de Rosario

schanzempchnatacha@fcv.unr.edu.ar 

ORCID: https://orcid.org/0009-0005-9787-5560 

Fecha de recepción: 25-07-2023

Fecha de aceptación: 25-11-2023

Resumen

En este artículo presentaremos la experiencia de un Proyecto de Extensión desarrollado en el barrio Nueva Roma C y D de la ciudad de Casilda. Este tuvo una duración de tres años y se estructuró en dos etapas, las cuales tuvieron el objetivo de conocer, analizar e intervenir en las problemáticas ambientales que afrontan las personas que viven en el barrio, vinculadas a sus animales de compañía. Para llevar a cabo este análisis, se conformó un grupo interdisciplinario e interinstitucional. El resultado de este trabajo se refleja en diversas estrategias de prevención y promoción de la salud, dirigidas específicamente a residentes del barrio, y un llamado conjunto con las organizaciones sociales del barrio a las autoridades municipales para que se aborde de manera urgente la urbanización de la zona.

Palabras clave: enfermedades zoonóticas; extensión universitaria; medio ambiente; microbasurales; prevención de la salud.

Abstract

In this article we will present the experience of an Extension Project developed in the Nueva Roma C and D neighborhood of the city of Casilda. This lasted three years and was structured in two stages, which had the objective of knowing, analyzing and intervening in the environmental problems faced by people who live in the neighborhood, linked to their companion animals. To carry out this analysis, an interdisciplinary and inter-institutional group was formed. The result of this work is reflected in various prevention and health promotion strategies specifically aimed at residents of the neighborhood, and a joint call with the neighborhood's social organizations to the municipal authorities to urgently address the urbanization of the area.

Keywords: zoonotic diseases; university extension; environment; micro-trash dumps; health prevention.

Resumo

Neste artigo apresentaremos a experiência de um projeto de extensão desenvolvido no bairro da cidade de Casilda, Nova Roma C e D, na província de Santa Fe, Argentina. O projeto teve uma duração de três anos e foi estruturado em duas etapas, elas tiveram como objetivo conhecer, analisar e intervir nos problemas ambientais enfrentados pelas pessoas que moram no bairro, vinculadas aos seus animais de estimação. Para realizar essa análise, formou-se um grupo interdisciplinar e interinstitucional. O resultado desse trabalho se reflete em diversas estratégias de prevenção e promoção da saúde voltadas especificamente para os moradores do bairro, e uma chamada conjunta com as organizações sociais do bairro às autoridades municipais para tratar com urgência a urbanização da      área.

Palavras-chave: doenças zoonóticas; extensão universitária; meio Ambiente;      microlixões; prevenção da saúde.

Introducción

La cuestión de la Extensión es, en un principio, un debate sobre qué/cómo aprendemos en las universidades, pero además implica de manera sustancial repensar el proceso de aprendizaje en su conjunto: cómo es que conocemos la realidad, la importancia de la práctica para comprender, si se puede transformar la realidad y, a su vez, cómo esta nos transforma, en tanto personas que transcurren por la academia, la posibilidad o no de acercarnos objetivamente a “la verdad”. En definitiva, podemos hacer de la Extensión una oportunidad de replantearse todo el camino intelectual o profesional que se desarrollará en la facultad y también fuera de ella. En consistencia con Serna Alcántara (2017), consideramos que la problemática de la extensión universitaria es de índole educativa y, en consecuencia, su análisis y discusión son posibles utilizando los procedimientos que se aplican al estudio de los fenómenos educativos. Resulta imprescindible aceptar esto para fundamentar sus aspectos prácticos, encaminados a acercar e involucrar al estudiantado universitario en la atención de los problemas sociales. Como señala Llorens B. (en Ortiz, Riagaa y Morales, 2011), para que la extensión sea en realidad una función sustantiva de la universidad, debe ser un espacio real de comunicación entre esta y la sociedad y el estudiantado debe asumirlo como un espacio para el enriquecimiento del saber, el disfrute y la crítica de la cultura en sus manifestaciones éticas, materiales, estéticas, científicas y tecnológicas.

En cuanto a los modelos de extensión, es posible identificar al menos dos tendencias principales: la primera predomina en la mayoría de las universidades latinoamericanas y sostiene que prácticamente todas las actividades que la universidad hace en el medio son “extensión”. Aquí la precisión conceptual es mínima o inexistente y la predomina la difusión cultural, divulgación científica y/o transferencia tecnológica. Por otro lado, existe otra tendencia extensionista que retoma y articula elementos de la tradición pedagógica y popular latinoamericana y de la investigación-acción-participación.

Existe una preocupación explícita por la conceptualización de la extensión y su diferenciación de otro tipo de actividades universitarias en el medio. Tommasino y Cano (2016) objetivan dos modelos que denominan el difusionista transferencista y el de la extensión crítica, en atención a los siguientes criterios: cómo se define y qué lugar se asigna, en cada modelo, al interlocutor/a social de las experiencias, si se promueve o no cierta precisión conceptual de la extensión y cómo se define a esta y a sus horizontes pedagógicos y ético-políticos.

Por otro lado, la extensión crítica reconoce dos objetivos dialécticamente relacionados. El primero se vincula con la formación del estudiantado universitario y la posibilidad de establecer procesos integrales que rompan con la formación profesionalista alejada de un criterio de compromiso social, donde se propone trascender la formación exclusivamente técnica y alcanzar procesos formativos integrales que generen estudiantes solidarias/os y comprometidas/os con los procesos de transformación de las sociedades latinoamericanas. En segundo lugar, en su dimensión política, se propone contribuir a los procesos de organización y autonomía de los sectores populares. Hay aquí una concepción de extensión crítica y transformadora, donde se le otorga al vínculo educativo un lugar central en las relaciones de saber-poder que se establecen en el proceso de extensión.

También, al fusionarse la extensión crítica con los feminismos, en especial, la epistemología feminista, ofrecen una perspectiva que no solo plantea nuevas preguntas y desafíos, sino que también reconfigura la esencia de la labor universitaria arraigada en movimientos de resistencia. Estas corrientes desafían la visión paternalista y clasista de la universidad, al generar un enfoque propio de hacer política y construir saberes. Esta conexión no solo es una respuesta a las lógicas hegemónicas, sino una resistencia activa que lucha contra las desigualdades presentes en todos los aspectos de la vida, incluyendo la academia (Tommasino Comasaña y Correa García, 2023).

Bajo esta perspectiva teórica de una extensión crítica y transformadora, se comenzó a diseñar el proyecto de extensión: desde la necesidad de modificar ciertos aspectos de la formación académica del estudiantado, buscamos reconocer la mirada de vecinas y vecinos de la ciudad y, además, lograr acercar a la universidad a otras instituciones de Casilda.

Entonces, en la primera parte del proyecto de extensión nos planteamos generar herramientas para abordar un doble problema: el desarrollo de enfermedades zoonóticas y la superpoblación de los animales de compañía, que se definen como “animales domesticados o criados de forma doméstica, cuyas necesidades físicas, emocionales, de comportamiento y sociales se pueden satisfacer fácilmente como compañeros en el hogar o en una relación cercana con los humanos” (ASPCA, 2018). Para llevarlo adelante, nos reunimos con instituciones y organizaciones que trabajan en la temática dentro del barrio Nueva Roma C y D de la ciudad de Casilda (Figura N° 1), junto a vecinas, vecinos y estudiantes de la Facultad de Ciencias Veterinarias (UNR).

Figura N°1. Mapa de la ciudad de Casilda y el barrio Nueva Roma C y D.

Elaboramos una construcción colectiva, que profundizó el diagnóstico de situación, a través de talleres en diferentes instituciones, encuestas en las escuelas primarias, interacción con profesionales del Centro de Salud barrial (dependiente del Estado Provincial). Partimos para ello de la idea de que la superpoblación animal se presenta como una problemática que dificulta el cuidado responsable de los animales de compañía, tanto los que están en situación de calle como los que, si bien están en un hogar, no poseen un adecuado plan sanitario. A su vez, pueden ser potenciales fuentes de infección de enfermedades zoonóticas e infectocontagiosas, como así también pueden ocasionar lesiones traumáticas (mordidas, accidentes de tránsito, etc.). Esto se profundiza por ser una zona en donde existe un menor alcance de políticas públicas y de infraestructura: no todas las viviendas tienen acceso al agua potable, a un sistema de cloacas, a calles pavimentadas, recolección adecuada de residuos, etc.

A partir de describir esta situación del barrio, nos apoyamos en las definiciones de las políticas de salud que consideran especialmente el valor de las prácticas de prevención. Es decir, "aquellas actividades que permiten a las personas tener estilos de vida saludables y faculta a las comunidades a crear y consolidar ambientes donde se promueve la salud y se reduce los riesgos de enfermedad. La prevención implica desarrollar acciones anticipatorias" (OPS, 1995).

Como refieren Restrepo y Málaga (2001), trabajar en prevención es abordar las causas reales o hipotéticas de algo que, de dejarlo pasar ahora para tratarlo después, significaría un gran costo en dinero, en sufrimiento, en expectativas de vida. Esto implica una concepción en donde se previene más de lo que se cura, logrando beneficios a nivel de los vínculos sociales, un ahorro económico del sistema de salud y el bienestar general de las personas.

Además, se debe considerar a la hora de trabajar en políticas de prevención y promoción de la salud, el concepto “Una Salud” el cual se plantea como un eje transversal en los nuevos planes de estudios de las facultades de ciencias veterinarias. Este es un enfoque unificador integrado, que procura equilibrar y optimizar de manera sostenible la salud de las personas, los animales y los ecosistemas (Vallat, 2009).

Es por todo esto que, en la primera etapa del proyecto, tomamos como punto de partida lo que vecinas y vecinos consideraron más “importante” según lo observado en el diagnóstico de situación, nos referimos a la formación de microbasurales. Quienes respondieron las encuestas, en su mayoría adjudicaron este problema a una mala política de la recolección de residuos domésticos, hecho que se agrava aún más con la presencia de animales en situación de calle y de la superpoblación de estos.

A partir de este punto, el enfoque ya no se limitaba únicamente a los problemas presentados por las personas, sino que también se centraba en la reflexión sobre la formación universitaria, especialmente en el campo de las ciencias veterinarias. Se ponía en tela de juicio la concepción tradicional de entender las enfermedades animales como causas aisladas de las condiciones ambientales.

Se trabajó con una definición de los microbasurales que los entienden como pequeños acopios de residuos o basureros improvisados e informales en zonas tanto urbanas como rurales, públicas o privadas (SINIA, 2010, tomado de Ross Pineda, 2019). Según la empresa KDM (dedicada al reciclamiento de residuos a nivel internacional), suelen generarse espontáneamente, en zonas poco controladas o abandonadas y que por las características de los residuos allí acumulados predisponen a la presencia de roedores y mosquitos, aguas contaminadas, etc. Dichos espacios pueden ser potenciales fuentes de infección de enfermedades zoonóticas, infecciones transmisibles de un modo natural de los animales vertebrados a la especie humana y viceversa (OMS, 1959), como así también llevan a una mayor presencia de animales, como perros y gatos, que pueden ocasionar otro tipo de problemas, mordidas, accidentes de tránsito, etc.

Para Schwalbe (1969), las zoonosis son “infecciones e infestaciones que en la naturaleza comparten el hombre y los vertebrados inferiores”, y serán estas las que alteren ese equilibrio del sujeto (este concepto lo entendemos siguiendo las nociones vertidas por Lima Costa, 1998) con el medio. A los peligros mencionados anteriormente, debemos sumar la posibilidad de ocasionar lesiones traumáticas (mordidas, accidentes de tránsito, entre otras). En este contexto, consideramos a la salud como un estado dinámico, variable, individual y colectivo, con determinantes genéticos-biológicos-ecológicos que se originan y distribuyen en la sociedad y se expresan en nuestra biología (San Martín y Pastor, 1988). Además, la OMS define a la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. En la relación/adecuación de las personas con el medio ambiente, entran en contacto con “agentes agresores” conformando una “triada ecológica”, que puede llevar a desestabilizar el equilibrio de las personas con el medio y, por lo tanto, constituirse en enfermedad.

Por todo esto, y teniendo en cuenta la importancia de las políticas públicas de prevención, nos propusimos desarrollar estrategias de promoción de la salud y prevención de enfermedades zoonóticas. Se realizaron mesas de diálogo entre las y los diferentes participantes del proyecto y la rediscusión y el análisis de este, tanto en su construcción como durante la ejecución.

Desafíos ambientales en el barrio Nueva Roma: Abordaje integral y participativo

Antes de describir las particularidades del barrio seleccionado para realizar este trabajo, tenemos que destacar que la ciudad de Casilda posee dentro de su territorio la Facultad de Ciencias Veterinarias, un hecho de suma importancia para el proyecto. Dicha ciudad cuenta con aproximadamente 50.000 habitantes, donde prevalece la producción cerealera y de oleaginosas y fábricas metalúrgicas asociadas al agro. También se encuentran dos importantes frigoríficos vacunos. Es cabecera del departamento Caseros, con lo cual una gran parte de las instituciones provinciales (Registro Civil, Juzgados provinciales, Unidad regional de la Policía, API) y Nacionales (AFIP, ANSES) funcionan aquí. Destacamos brevemente estas características porque entendemos que van a ayudar a entender ciertas particularidades del estudiantado que asiste a la facultad.

Teniendo esto presente se decide trabajar en el barrio Nueva Roma (sectores C y D), ya que albergan a una parte importante de la población de la localidad, jóvenes familias, sectores asalariados y muchas personas inmigrantes de pueblos cercanos de mayor tamaño. Una parte importante de las familias cuentan con ingresos menores a la línea de pobreza e indigencia que establece el Estado. Todas las personas están desplegadas en una gran extensión territorial que alterna manzanas con mucha densidad poblacional y otras vacías o con muy pocas casas.

Destacamos estas características territoriales por lo siguiente: las políticas que se lleven adelante para trabajar sobre la problemática que aborda el proyecto deben ser capaces de atender a la complejidad socioeconómica presente; estas condiciones de la ocupación hacen posible la aparición de muchos animales que no tengan propietarias/os; la recolección de residuos no es un servicio abarcativo al total de la población en su cumplimiento, por lo que aparecen gran cantidad de microbasurales (que son fuente de alimentos y de agentes agresores); se despliegan dispositivos (desde educativos hasta de contención social) desde diferentes instituciones (formales y no formales), sin que haya una coordinación o al menos un intercambio de información. Entonces tenemos una gran complejidad social, un amplio territorio con muchos actores desplegados y pocos o nulos esfuerzos dirigidos con un objetivo común o como mínimo con ciertos puntos de encuentro.

Con este panorama, para la realización del proyecto decidimos conformar un equipo de trabajo interdisciplinario e interinstitucional, que incluyó a estudiantes de Ciencias Veterinarias, médicas/os veterinarias/os, médicas/os humanos, psicólogas y representantes de organizaciones como un Centro de Salud de la provincia de Santa Fe, una asociación proteccionista, una ONG y el Área de Salud Animal de la Municipalidad. Además, se contó con la participación del Centro de Día Municipal y dos escuelas primarias ubicadas en el barrio seleccionado. Entre las cátedras de la facultad que participaron en el proyecto se encuentran Biología y Ecología, Salud Pública, Patología, Parasitología, Clínica de Pequeños Animales y Sueros y Vacunas.

Como mencionamos anteriormente, el proyecto se estructuró en dos etapas que buscaban desarrollar herramientas para abordar el problema de la relación entre las personas y especies animales no humanas; enfocarnos en abordar las problemáticas derivadas de la tenencia de animales de compañía, especialmente en relación con los microbasurales del barrio Nueva Roma C y D; y analizar las historias clínicas del dispensario Nueva Roma, dependiente de la facultad, con el objetivo de examinar la casuística y su relación con las enfermedades zoonóticas en el barrio.

En la primera etapa, que se vio profundamente alterada en su desarrollo por la aparición de la pandemia consecuencia del COVID-19 (el primer acercamiento al campo debía producirse en abril de 2020), se trabajó con una encuesta de tipo cerrada que estuvo pensada, en una primera instancia, con el fin de diagnosticar la situación de los animales de compañía. Esta contaba con 23 preguntas y se realizó yendo casa por casa, hablando con las personas en sus hogares. También se elaboraron encuestas en la puerta del Centro de Salud barrial y en una de las actividades planificadas desde la Casita Popular (una organización barrial que fue parte del proyecto desde el primer momento). A partir de este diagnóstico, se evaluaron, junto al equipo de trabajo interdisciplinario y las distintas instituciones, las propuestas de intervención para abordar las problemáticas surgidas de la etapa anterior.

Además, se analizaron las historias clínicas de los animales de compañía de las personas del barrio que acudieron al CAPPA (Centro de Atención Primaria a Pequeños Animales) ubicado en el barrio Nueva Roma en el periodo 2020-2021, para de esta forma determinar cuáles son las enfermedades zoonóticas a las cuales pueden estar más expuestas. Este centro de atención forma parte de un convenio entre la Municipalidad de Casilda y la Facultad de Ciencias Veterinarias, la primera institución aporta el inmueble (con los gastos que se generan) y los insumos, y la Facultad, el personal.

La recopilación de datos de las historias clínicas se llevó a cabo en conjunto con el coordinador del CAPPA, para ello, se confeccionaron planillas que sintetizan la información con los siguientes datos: número de historia clínica, especie, fecha, motivo de la consulta y diagnóstico. Se evaluaron los meses de febrero-marzo del 2020 y de octubre-noviembre del 2021, ya que, el CAPPA permaneció cerrado desde marzo del 2021 hasta octubre de 2022.

Para un mejor análisis de los datos, se definió con el equipo de trabajo agrupar las enfermedades en siete grupos: parasitarias (incluye parasitosis internas y externas); infecciosas (este grupo incluye moquillo, parvovirus, leptospirosis, traqueo bronquitis infecciosa canina, otitis, conjuntivitis y gastroenteritis principalmente); metabólicas (diabetes y hiperadrenocorticismo), traumáticas (fracturas o lesiones no asociadas a mordeduras por peleas), neoplásicas, heridas por mordeduras (todas las lesiones ocasionadas por peleas con otros animales) y dermatológicas (distintos tipos de alergias de piel, sarna y micosis). Los diagnósticos que quedaron afuera de estos grupos fueron considerados dentro de “otras”.

En la segunda etapa nos planteamos trabajar sobre la cuestión que más preocupaba a las personas encuestadas, la presencia de microbasurales. Para lograrlo propusimos a distintas personas del lugar para que participaran en varias instancias de intervención. Dentro de estas estrategias utilizadas podemos mencionar: reuniones con las organizaciones en el territorio; trabajos en grupos coordinados por estudiantes de la facultad; relevamiento de los microbasurales; elaboración de folletería para repartir entre las personas cercanas a estas zonas relevadas. La intención fue poner de manifiesto esta problemática “naturalizada” en el barrio, además de llegar a otras vecinas y vecinos.

Hacia el descubrimiento de caminos de prevención: Diagnóstico de situación de la salud animal y zoonosis en el barrio Nueva Roma

Como mencionamos, la primera etapa del proyecto tuvo como eje central establecer un diagnóstico de situación en el barrio. Los resultados de la encuesta arrojaron que el 91% de las personas entrevistadas poseía animales de compañía, todas tenían caninos y el 29,7%, además, felinos domésticos. De este 91,3%, el 30% poseía otras especies animales como equinos, loros, gallinas y pájaros. En cuanto a la forma de adquirir los animales, el 61,4% lo adoptó, el 18% lo compró, 8,5% dijeron que llegaron solos al hogar y se quedaron y el 7% los obtuvo de formas distintas a las anteriores. Este último dato era una de las cuestiones que desean conocer desde la asociación proteccionista de animales. Si bien excedía el objetivo primario del proyecto, le servía a dicha institución para el trabajo diario.

Para el aspecto relacionado con los cuidados y las posibles transmisiones de enfermedades, se les consultó donde dormían los perros y el 46,4% manifestó que lo hacen en el patio, el 37% adentro de la casa, el 9,5% en la habitación y el 7,1%, en la calle. En cuanto a los felinos, el 72% pasan la noche adentro de la casa, el 16% en el patio y el 8% en la calle. Sobre si los animales tienen acceso libre a la calle en algún momento del día, el 84,5% respondió que sí. Estas cuestiones están relacionadas con la posibilidad de adquirir enfermedades por parte de los animales y por la facilidad o no de transmitirlas a las personas.

Con respecto a dónde acuden cuando el animal se enferma, el 46,4% respondió que clínicas privadas, el 28,6% al dispensario perteneciente al Hospital Escuela de la Facultad de Ciencias Veterinarias ubicado en el barrio, el 13% a las proteccionistas de animales y el 12% a ningún lado. El 69% manifestó que los animales no estaban castrados. Del 31% que si lo estaban, el 82,4% eran hembras y el 17,6% machos.

De los castrados, el 92,3% fue en campañas de castraciones y solo el 7,7% en clínicas privadas. En cuanto a las desparasitaciones, el 57,1% había desparasitado, de los cuales el 72,5% dijo que hacía más de 6 meses. Con lo que respecta a las vacunaciones, el 59% manifestó que los había vacunado: la mitad contra la rabia, el 4% con la vacuna quíntuple, el 30,6% con ambas y el 6,1% no sabía. El 62% respondió que había vacunado en campañas de vacunación.

El total de las personas encuestadas respondieron que había animales sueltos en el barrio y para las tres cuartas partes esto genera un problema. A quienes dijeron que sí era un problema, se lo consultó sobre cuál era el principal inconveniente generado por estos y el 61% respondió que rompen las bolsas de residuos domésticos, el 11,6% las mordeduras, el 10,1% los accidentes de tránsito que ocasionan, el 5,8% las suciedades de los animales, el 7,2% que se reproducen mucho y el 4,3% por los ruidos que generan. El 100% de las personas encuestadas afirmaron que no conocen el significado de la palabra zoonosis.

Luego, con este diagnóstico realizado, se elaboró material de comunicación (folletería, videos, cartelería, etc.) que se utilizó en talleres en la Casita Popular, coordinado con el Área de Salud Animal de la Municipalidad, con la cual además se organizó una campaña antirrábica en unas de las escuelas ubicadas en el barrio.

De los resultados obtenidos, podemos observar que hay falta de información con respecto al cuidado de los animales de compañía, de la importancia de las castraciones, vacunaciones y desparasitaciones. Demuestran también que hay un desconocimiento sobre las enfermedades que los animales pueden transmitir a las personas y viceversa. Juntamente con esto, existe una mayor predisposición a castrar hembras antes que a machos.

Como anteriormente mencionamos, al mismo tiempo que se desarrollaban estas actividades, se examinaron detalladamente las historias clínicas de CAPPA con el fin de identificar y estudiar las enfermedades transmitidas entre animales y humanos. Dicho análisis recayó en médicas/os veterinarias/os y estudiantes avanzadas/os de la carrera de Ciencias Veterinarias. Esta investigación nos permitió obtener información relevante sobre las enfermedades zoonóticas que podrían representar un riesgo para la comunidad.

Al adoptar el enfoque de investigación-acción, buscamos no solo obtener datos científicos, sino también compartir los resultados con la comunidad, buscando transformar la realidad de esta (y de nosotros/as mismos/as). Esto nos permitió generar y/o fortalecer un proceso de concientización socioeducativa en torno a las problemáticas en cuestión.

Sin entrar en profundidad en este debate, debemos aclarar en este punto que nos guían preceptos de la educación popular, en tanto corriente de pensamiento y de acción. Como menciona Guzmán Martínez (2018), en este marco, la palabra “popular” surge de la oposición con “lo oficial” siendo esta última una práctica o un pensamiento aceptado por una mayoría, aunque generalmente ha sido impuesta y no consensuada. El concepto es útil para ejercer una resistencia a los modelos dominantes, no solo educativos sino también políticos y sociales siendo una práctica que busca crear sociedades más justas y en defensa de los derechos humanos, las identidades, el género, el medio ambiente, entre otros fenómenos que expresan problemáticas sociales.

Volviendo a la metodología utilizada, de las 260 historias clínicas analizadas, las enfermedades más frecuentes fueron las del tipo parasitarias, con un 38%, seguidas de las infecciosas, con 30%. Las enfermedades dermatológicas se presentaron en un 8% y, de los casos atendidos, 6% fueron debido a heridas por mordeduras, lo que puede relacionarse con el alto número de caninos y felinos sueltos en el barrio.

En cuanto a las enfermedades dermatológicas, parece un porcentaje bajo teniendo en cuenta que son un tipo de enfermedades de alta frecuencia de consultas veterinarias. Las enfermedades como neoplasias, traumatismos y metabólicas requieren tratamientos que exceden a la atención primaria que brinda el dispensario. De las enfermedades que pueden ser consideradas potencialmente zoonóticas, preocupa que el mayor porcentaje de diagnóstico esté relacionado con parasitosis; también se presentaron casos de sarna y micosis y las mordeduras de caninos.

Por todo lo mencionado, consideramos fundamental el rol que cumple el CAPPA anclado en uno de los barrios con más carencias de la ciudad, que debe avanzar en la construcción de herramientas de prevención y promoción de la salud, principalmente sobre las enfermedades zoonóticas y la tenencia responsable de los animales de compañía del barrio.

Abordar los desafíos ambientales: acción conjunta con organizaciones sociales sobre los microbasurales

Del relevamiento que se realizó en todas las calles del barrio, podemos decir que, de 165 manzanas, hemos identificado 50 microbasurales (Figura 2). La mayoría están en zonas menos urbanizadas, en esquinas y cunetas. Además, existen descampados (incluidas manzanas enteras) con bolsas de nailon y otros residuos dispersos.

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Figura 2. Mapeo de los microbasurales en el barrio Nueva Roma C y D.

Este relevamiento se llevó a cabo en colaboración con participantes de la CCC, quienes tienen un conocimiento profundo del barrio y aprovecharon la oportunidad para entablar conversaciones con otras vecinas y vecinos sobre la problemática de los microbasurales: cómo surgieron y qué medidas se toman actualmente frente a los reclamos dirigidos a la municipalidad.

Los microbasurales son áreas de acumulación de desechos que pueden causar contaminación y riesgos sanitarios en varias comunidades. Estos fomentan la propagación en el barrio de roedores, moscas y mosquitos y podrían actuar como focos de enfermedades como la leptospirosis y el dengue. Además, generan contaminación del aire, del suelo y del agua circundante. Los animales muertos contribuyen a la propagación de bacterias y patógenos, que pueden afectar tanto a la fauna local como a las personas, y los malos olores que emanan afectan la calidad de vida de las y los residentes cercanos. El peligro de incendios es otra preocupación importante, porque los microbasurales suelen contener materiales inflamables que, al arder, liberan sustancias tóxicas y aumentan la contaminación del aire.

Las características socioeconómicas y culturales de los barrios donde se encuentran van a determinar ciertas condiciones, desde aspectos sanitarios, paisajísticos, de contaminación, hasta de valoración patrimonial/inmobiliaria. Es crucial comprender estas características, ya que permiten impulsar cambios en los hábitos de la comunidad, reducir los peligros ambientales y sanitarios y mejorar el paisaje urbano.

A partir de esto, se organizaron dos talleres abiertos en la Casita Popular y se invitó a la participación de vecinas y vecinos. A través de dinámicas basadas en la Educación Popular, se debatió sobre tres puntos clave: las causas que generan los microbasurales, las consecuencias que estos pueden acarrear para las personas y la identificación de las entidades responsables de abordar esta situación. En estos talleres, participaron 50 vecinas/os e integrantes del equipo de trabajo del proyecto, compuesto por docentes, estudiantes y participantes de organizaciones.

Se coordinaron diversas actividades destinadas a visibilizar el problema. Se llevaron a cabo actividades como murales en el barrio, acompañados de meriendas, en los que se invitó a participar a niñas/os y a sus madres y padres. Además, se distribuyó folletería y se colocaron carteles que señalaban los microbasurales en el área. También, se redactó una nota dirigida a las autoridades municipales, la cual recibió respuesta y se inició una coordinación con un área específica de la municipalidad para discutir posibles soluciones orientadas a la erradicación de los microbasurales.

Entendemos que uno de los principales factores que profundiza esta situación es la falta de desarrollo urbano de la ciudad, sin una planificación de cómo llevar los servicios básicos a las distintas zonas de la ciudad y cómo dimensionar el riesgo que genera todo esto en la salud de la población (humana y no humana). Hace falta regularizar la recolección de residuos, colocar canastos para almacenar los desechos, que se abran y tracen nuevas calles, el correcto mantenimiento de veredas, mayor arbolado público.

En definitiva, una mayor presencia del Estado, que debe ocuparse de la educación para prevenir esta situación de naturalización de la suciedad. También es necesario un trabajo constante en el lugar para mejorar el panorama general del barrio (mayor cantidad de luces, que las calles sean transitables cuando llueva para el cotidiano de la gente y para que quienes recolectan los residuos puedan recorrer el lugar). A su vez, son imprescindibles propuestas futuras para reciclar y reutilizar estos materiales. Por último, resulta importante ocuparse de la salud animal como servicio público esencial (más allá de las campañas de castración y vacunación de perros y gatos).

Luego de estas etapas anteriormente sintetizadas, el proyecto continuó por tres caminos fuera del marco institucional de la Universidad. Por un lado, estudiantes de la Facultad de Ciencias Veterinarias conformaron un grupo de extensión crítica que se reúne periódicamente a estudiar y diseñar futuros trabajos.

En cuanto al Centro de Atención Primaria a Pequeños Animales, se logró la incorporación de estrategias de promoción y prevención de la salud y que las y los profesionales que ahí desarrollan sus actividades puedan realizar prácticas con otra visión teórica de lo que significa la extensión universitaria.  

Y, en lo que respecta a las instituciones barriales, lo principal fue que comenzó a organizarse el reclamo de la urbanización planificada y desarrollada por parte del Estado municipal. Se coordinó una reunión con el intendente de la ciudad para elevar algunas inquietudes y propuestas, se hizo folletería para repartir en el barrio e informar sobre la situación y las propuestas confeccionadas, además, se realizó un mural que concientiza sobre el tema. Por otro lado, se comenzaron a confeccionar canastos de basura para instalar en distintos lugares, que se construyen con pallets de madera donados por un frigorífico local.

Reflexiones finales

Como cuestiones generales, podemos mencionar que es necesario promover experiencias universitarias interdisciplinarias y de participación comunitaria en las que estudiantes y personas que habitan los pueblos y ciudades (vecinas/os) asuman un rol protagónico al abordar problemáticas ambientales de su comunidad, tanto en el diagnóstico como en la elaboración de los proyectos y su funcionamiento. Estas iniciativas tienen como objetivo generar herramientas de cambio que apunten a mejorar la calidad de vida de las personas habitantes de los barrios. Desde dicha concepción extensionista crítica, la praxis en contexto implica una co-construcción de la demanda social, como proceso donde los acuerdos sobre las necesidades y preocupaciones guardan una inscripción motivadora y de direccionamiento. La universidad debe tener la capacidad de asimilar las necesidades y preocupaciones de la población en general, como así también entender que las soluciones a estas cuestiones van a necesitar de la participación y compromiso multiactoral de esta.

En cuanto a la formación académica en Ciencias Veterinarias, específicamente en la Universidad Nacional de Rosario, a menudo se descuidan las cuestiones sociales y ambientales. El enfoque se limita principalmente al tratamiento de enfermedades y patologías animales, sin considerar que los animales existen en un entorno profundamente influenciado por la actividad humana. Por lo tanto, es esencial que la extensión universitaria contribuya desde la curricularización con aportes a la educación académica, abordando aspectos productivos, clínicos y de salud pública relacionados con la interacción entre los animales y su entorno.

Para lograr resultados significativos, los equipos de extensión universitaria deben estrechar vínculos con organizaciones sociales y atender sus demandas. Así, se desarrollarán herramientas concretas adaptadas a cada realidad y factibles de implementar por los gobiernos. Es crucial escuchar y aprender de quienes viven la cotidianidad que queremos transformar como colectivo social. Este trabajo muestra cómo el proyecto inicial sobre el cuidado de animales se convirtió en uno enfocado en cuestiones socioambientales y de salud pública.

En este camino comprendimos que los microbasurales representan un desafío de las políticas públicas locales, ya que generan un impacto negativo, tanto ambiental como sanitario. Las condiciones de estos sitios están estrechamente vinculadas a las características socioeconómicas y culturales de los barrios en los que se ubican, lo que resalta la necesidad de abordar este problema de manera integral y comprensiva. Son un claro ejemplo donde convergen muchas de las aristas que hacen al trabajo del Estado: la planificación de la recolección de residuos, el trazado de las calles, posibles planes de reciclado, la educación ambiental en el barrio y en las escuelas, la prevención de enfermedades, etc.

Por último, creemos que es indispensable a todo trabajo de extensión dejar abiertos otros caminos, para que evolucione de acuerdo con las necesidades y demandas de la sociedad. Que no empiece y termine en los plazos que las formalidades académicas lo plantean. Que permita continuar con el proceso iniciado aun cuando la universidad como institución no esté formal y directamente involucrada.

Referencias

Guzmán Martínez, G. (13 de abril de 2018). ¿Qué es la Educación Popular? Concepto y aplicaciones prácticas. Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/desarrollo/educacion-popular 

KDM. (s/f.). Al servicio del desarrollo sustentable. Glosario. https://www.kdm.cl

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