DOI https://dx.doi.org/10.19137/praxiseducativa-2019-230204


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ARTÍCULOS

 

Las Prácticas Educativas Profesionales de la Licenciatura en Educación UACJ: experiencias y perspectivas de estudiantes

The professional educational practices of the Education carrier UACJ: experiences and perspectives of the students

As práticas educativas profissionais da Licenciatura em Educação UACJ: experiências e perspectivas dos estudantes

 

Diana Irasema Cervantes Arreola
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), México
diana.cervantes@uacj.mx
Orcid 0000-0003-2353-1309

Beatriz Anguiano Escobar
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, UACJ. Centro Chihuahuense de Estudios de Posgrado, México
beatriz.anguiano@uacj.mx
Orcid 0002-3533-5607

Juan Andrés Elías Hernández
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, México
andres.elias@uacj.mx
Orcid 0000-0002-0876-3542

 

Resumen: En este estudio se abordan las percepciones, experiencias e interpretaciones de estudiantes de pregrado, en el campo de la educación, sobre su proceso de Prácticas Educativas Profesionales (PEP). El ejercicio se sitúa paradigmáticamente en la perspectiva hermenéutica, bajo la lógica del descubrimiento; metodológicamente se trabajó con una encuesta que recogió datos sobre el proceso y la experiencia de la práctica profesional, en una muestra no probabilística voluntaria con estudiantes que cursan dicho trayecto. En este avance de investigación se analizó información sobre la autorregulación del proceso, del vínculo de la práctica con el campo laboral y de los aprendizajes construidos. Se obtuvo que los aprendizajes adquiridos son favorables, los procesos de autorregulación se dan en la mayoría de los participantes, éstos encuentran espacios y elementos que corresponden a sus expectativas profesionales y su experiencia formativa, además de que los conocimientos logrados en la práctica sirven de formación para su futuro profesional.

Palabras clave: Práctica profesional; Práctica educativa; Formación inicial de profesores; Relación teoría-práctica; Proceso enseñanza aprendizaje.

Abstract: This work approaches the perceptions, experiences and interpretations of undergraduate students in the educational field about their process in Professional Educational Practices (PEP). The research is situated paradigmatically under the hermeneutic perspective, using the discovery logistic method. A survey was created which collected data about the process and experience of professional practice, in a non-probabilistic voluntary sample with students attending this stage. Data was analyzed about self-regulation of the process, about the link between the practice and the labor field and the learning constructed. As a result, it was observed that the learning acquired is favorable, self-regulation processes occur in most of the participants, and students find spaces and elements that correspond to their professional expectations and their training experience, in addition to the fact that the knowledge obtained in practice is useful to their professional future.

Keywords: Professional practice; Educational practice; Initial teachers training; Relationship theory- practice; Teaching learning process.

Resumo: Neste estudo abordam-se as percepções, experiências e interpretações dos estudantes de graduação, na área de educação, sobre seu processo de Práticas Educativas Profissionais (doravante PEP). O foco de análise é quantitativo e o desenho transversal; trabalhou-se com uma enquete que colheu dados sobre o processo e experiência da prática profissional em uma amostra não probabilística voluntária com estudantes que realizam dito trajeto. Na mesma enquete incluiu-se informação sobre a auto regulação do processo, dos vínculos entre prática e campo profissional e das aprendizagens construídas. Obteve-se que as aprendizagens adquiridas são favoráveis, os processos de auto regulação dão-se na maioria dos participantes e estes encontram espaços e elementos que correspondem às suas expectativas profissionais e à sua experiência formativa para seu futuro profissional.

Palavras-chave: Prática profissional; Prática educativa; Formação inicial de professores; Relação teoria-prática; Processo de ensino aprendizagem.

 

Introducción

El presente documento muestra un avance de la investigación Prácticas Educativas Profesionales de la Licenciatura en Educación UACJ, las Acciones, interpretaciones y aprendizajes desde la perspectiva de sus participantes, la cual se desarrolla por las autoras y el autor, a partir del planteamiento de la pregunta de investigación ¿Qué acciones, interpretaciones y aprendizajes se han generado durante el proceso de prácticas educativas de la Licenciatura en Educación de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) y qué reflexiones realizan los participantes acerca del proceso de prácticas educativas y de su desempeño en el mismo?
El objetivo general del estudio es analizar el proceso de prácticas educativas profesionales en la Licenciatura en Educación de la UACJ, focalizando las acciones, las interpretaciones y los aprendizajes que se han generado en dicho proceso y recuperando las reflexiones de los participantes acerca del proceso de prácticas educativas y de su desempeño en el mismo.
La productividad en este campo de estudio se ha abordado desde diversas perspectivas. Sarmiento (2009) por ejemplo, ha estudiado la práctica profesional destacando el lenguaje, los símbolos y la subjetividad como estrategias para realizar una reconstrucción de la experiencia humana, desde la cual plantear ejercicios de investigación en los que se promueva la construcción de conocimiento profesional, en una forma participativa. Por su parte, Zabalza (2011) se ha interesado en estudiar las prácticas profesionales universitarias haciendo énfasis en el aprendizaje experiencial, en la reflexividad y en la articulación de las mismas con la propuesta completa de los planes de estudio y no solo como un agregado administrativo.
Rettich (2015) ha estudiado la noción de experiencia en las prácticas profesionales y la plantea como un problema a investigar, aludiendo a la reflexión crítica y a la importancia de cuestionar la naturalidad atribuida a los hechos cotidianos. Borri-Anadon (2015) menciona que el profesional no solo es un agente de saberes, sino que también se desempeña como un actor en el contexto socio-profesional específico. De tal modo, que se ha despertado un especial interés acerca del estudio de lo que la práctica profesional genera en los estudiantes y de la aportación que hace para su desempeño efectivo en su trayecto y campo laboral. Por su parte, Cole (2011) plantea que los investigadores contemporáneos buscan reorientar la investigación educativa, para conectar de nuevo la educación con lo que otros denominan los mundos de vida o comunidades de práctica, para enunciar esas cualidades de la educación.
Vicente (2016) señala que las aportaciones como las de Brusilovsky (1970), Carlino (1997), Villa et. al. (2009) y Navarrete (2008) permiten observar que, aproximadamente desde los años setenta, se han dado cambios en el campo profesional de las Ciencias de la Educación, entre los cuales se destaca la diversificación de los espacios educativos y con ello la necesidad de contar con profesionales en cada uno de ellos. Bajo estos puntos, las universidades crean programas para la formación de profesionales educativos, tales como: Licenciaturas en Educación, en Intervención Educativa o en Psicopedagogía y en cada una de ellas aparece la figura de las prácticas profesionales (PP).
En este contexto surge la Licenciatura en Educación de la UACJ en el año 2003, y cuyo plan de estudios incluye tres materias de Prácticas Educativas Profesionales (PEP), las cuales se ofrecen durante el séptimo, octavo y noveno semestre, es decir, los últimos años de la carrera. En primera instancia las PEP se rigen por el reglamento de Prácticas Profesionales de la UACJ, el cual menciona el carácter formativo, y transversal de las mismas, así como su finalidad de “consolidar valores, habilidades, destrezas y conocimientos en condiciones laborales externas” (UACJ, 2010, p. 3).
La Licenciatura en Educación (LE) cuenta con una Jefatura de PEP, misma que coordina el proceso y articula el trabajo del personal de supervisión, de los estudiantes que realizan sus prácticas y del personal docente que imparte las clases de la materia, esto en estrecha comunicación con la Coordinación de la LE, así como con los representantes y actores educativos de las instituciones receptoras de practicantes.
Las PEP, se llevan a cabo mediante un ciclo de tres materias continuas, seriadas; para inscribirse en el ciclo de prácticas, es necesario contar con 272 créditos, de un total de 392 créditos que integran la carrera, por lo tanto, quienes inician con sus PEP se encuentran en el final del periodo intermedio de su formación profesional. Las modalidades en que se desarrollan las PEP son: Proyectos de Intervención Educativa, Proyectos de emprendimiento, Proyectos Independientes, Estadías Docentes y Desarrollo de Trayectos Profesionales.
A partir de diversos acercamientos con estudiantes de PEP de la LE, se han observado una serie de cuestionamientos e inquietudes en cuanto a la relación que se desarrolla entre la formación profesional recibida en la LE y específicamente en las PEP, con las experiencias que se desarrollan en los entornos de prácticas. En algunas aportaciones se expresa la percepción de que hay una distancia entre lo que se ha aprendido como estudiante y lo que en realidad demanda el ejercicio de trabajo que se lleva a cabo durante las PEP.
Con base en el panorama analizado, resulta relevante desarrollar estudios de investigación que aporten al conocimiento acerca de la forma en que asumen su proceso los estudiantes universitarios que realizan prácticas en el campo de la educación; es importante profundizar en las interpretaciones que dan a las actividades que constituyen las prácticas educativas, a su acción dentro del proceso de prácticas y a la forma en que analizan. Esto es necesario como una etapa previa, para que posteriormente pueda estudiarse el aprendizaje resultante.

Fundamentación teórica

La experiencia y el proceso que se vive en la práctica profesional, genera un trabajo de análisis, donde a través de la reflexión sobre la acción del educador y los cambios que ésta genera para el proceso de enseñanza-aprendizaje, le permiten la transformación y el mejoramiento continuo en su labor (Correa, 2017). Por esta razón es muy importante que las prácticas profesionales tengan un vínculo con el campo real, pues como mencionan Pedroza y Villalobos (2002) no resulta exagerado que, si no pensamos en que exista un acercamiento con el campo laboral del contexto real cuando se está formando de manera profesional, es difícil crecer en la profesionalización para el trabajo de calidad. Esto ha permitido que la práctica profesional tome un significado y valor para la formación de profesionales en su trayecto académico.
Las prácticas, además de brindar ese acercamiento al mundo real, son generadoras de una construcción constante de conocimiento y de profesionalización en el desempeño del área en la cual se está trabajando. Esto permite la concepción de que a medida en que se inserta al alumno en el campo laboral, existe un mejoramiento de la calidad en su ejercicio profesional (Pedroza y Villalobos, 2002). El campo educativo no es la excepción para este ejercicio de la Práctica Educativa Profesional, pues en ella se construyen procesos que le permiten al estudiante desarrollar habilidades y actitudes positivas.
Las PEP permiten indagar sobre el sentido en que se enmarca la conexión teórico-práctica del aprendizaje, pues Cole (2011) menciona que la evidencia de la participación en este tipo de actividades de aprendizaje genera un cambio significativo en las concepciones de los estudiantes de pregrado que tienen de su propia educación, pues ese trabajo de conocimiento construido y autorregulado, puede dejar una huella mucho más significativa.
De esta manera, cuando se construyen conocimientos significativos llevados a la práctica para dirigir el aprendizaje, se encuentra que los estudiantes que tienen autorregulación, poseen características como: estrategias cognitivas, metacognitivas, de apoyo y motivacionales (Beuchat, 2016). Dichas características le permiten al sujeto que pueda ser reflexivo, que tenga una actitud de cuestionamiento, un continuo crecimiento y desarrollo, es decir, convertirse en investigador de su propia práctica día a día (Correa, 2017).
En la reflexión efectuada por el estudiante, este puede tomar consciencia crítica del conocimiento que se genera a través de la experiencia o el conocimiento que se ha originado en lo académico, así como de sus fines y las consecuencias de esto, lo cual lo llevará a que sea una persona responsable, con fortaleza en el auto-dominio y con desarrollo de diversas aptitudes (Beuchat, 2016; Correa, 2017).
La observación y la reflexión consciente de esta participación práctica, le faculta a realizar una descripción del conocimiento tácito y éste le genera una construcción, pues a través de las acciones se gesta la base de ese nuevo conocimiento construido (Sanjurjo, 2012). En este proceso de la práctica, la autorregulación juega un papel esencial, pues mencionan Matusov y Smith (2012) que en la medida en que los alumnos conducen los intereses que pretenden para su formación, tienen la capacidad de expresarlos y de vivenciarlos en sus actividades escolares, pueden tomar el control de su aprendizaje para construir, tanto conocimiento, como su propia identidad.
Esta autorregulación tiene que ver con comportamientos deliberativos, reflexivos y dirigidos conscientemente o no conscientemente a algo de manera automática y espontánea (Hofmann, Friese y Wiers, 2008), es decir, se dirige a un objetivo y se asocia frecuentemente con variables motivacionales como la autoeficacia y control percibido, pero siempre debe de verse de manera diferenciada con estas últimas variables (Hagger, 2010). Este trabajo motivacional, de control y autoeficacia, le permite al practicante superar el pensamiento rutinario, pues el diálogo consciente con uno mismo orientará procesos de pensamiento autónomo y reflexivo para cuestionar concepciones y prácticas (Correa, 2017).
De modo que la práctica profesional enriquece, es generadora de habilidades cognitivas y autónomas, lo cual hace que tomen esa relevancia académica constructora de conocimiento.

Método

El ejercicio se sitúa paradigmáticamente en la perspectiva hermenéutica, bajo la lógica del descubrimiento (Tello, 2011); metodológicamente se trabajó con una encuesta que recogió datos sobre proceso y experiencia de la práctica profesional en una muestra no probabilística voluntaria con estudiantes que cursan dicho trayecto. El alcance de esta investigación se sitúa en explorar elementos de proceso y perspectiva de los estudiantes de prácticas educativas profesionales para identificar y examinar sus componentes.
Como fue establecido anteriormente, las PEP de la licenciatura en Educación de la UACJ son un espacio curricular ubicado en el nivel avanzado de la carrera y se conforman de tres asignaturas seriadas (Prácticas I, II y III). En este primer acercamiento se trabajó con el 26.6% del total de los estudiantes de Prácticas III (109); 79.3% de los estudiantes que participaron fueron mujeres y el 20.7% hombres —porcentajes que reflejan la composición poblacional de la carrera en cuanto a sexo—, todos entre 22 y 32 años de edad.
La técnica para recolectar datos de estos participantes fue la encuesta de alcance exploratorio, la cual se diseñó bajo una escala de medición tipo Likert y se aplicó a una muestra voluntaria no probabilística, además en esta encuesta se plantearon algunos cuestionamientos abiertos. Previo al diseño del instrumento se determinaron las siguientes dimensiones de análisis: a) proceso y experiencia de las Prácticas Educativas Profesionales, b) autorregulación del proceso de PEP, c) vínculo de la práctica con el campo laboral y d) aprendizajes construidos, a partir de las cuales se construyeron los ítems que conformaron el instrumento. Para efectos de la aplicación se desarrolló un formulario en línea a través la herramienta Google Drive que se distribuyó a la población estudiantil que reunía las características requeridas por el estudio.
El instrumento utilizado se constituyó de tres apartados, el primero de ellos recupera características sociodemográficas y de ubicación curricular de los estudiantes participantes; el segundo se conforma de 38 enunciados que indagan sobre la perspectiva de los estudiantes en relación con distintos elementos del proceso de las PEP a través de una escala valorativa; y el último, un apartado que recaba de forma abierta las debilidades y fortalezas que los estudiantes identifican y las recomendaciones que para el mismo proceso realizan.
La validación del instrumento fue estimada a través de pruebas de confiabilidad mediante el Alfa de Cronbach, cuyo resultado fue de 0.949; este resultado se califica como excelente de acuerdo con George y Mallery (2003), lo que aunado al juicio de expertos permite aseverar que el instrumento es válido y confiable para identificar la percepción que los estudiantes manifiestan sobre el proceso de las PEP. Tanto la validación del instrumento, como el análisis de los datos recopilados, se realizaron a través del paquete estadístico SPSS versión 23.0.
En la primera parte del análisis, los resultados respecto a las modalidades de práctica, el mayor porcentaje lo obtuvo Intervención Educativa con el 75.9%, seguido de Estadías Docentes (13.8%), Proyectos Independientes (6.9%) y Desarrollo de Trayectos Profesionales (3.4%), no hubo ningún participante que haya optado por la modalidad de Emprendimiento; el 72.4% realizó su proyecto en equipo y el 27.6% de forma individual.
El 82.8% desarrolló sus prácticas en espacios públicos, el 10.3% en privados y el 6.9% en organizaciones sociales; en relación con la actividad profesional que abordaron durante sus PEP el 55% se enfocó en procesos de intervención educativa, el 28% en actividades de docencia, el 10% en gestión escolar o educativa, el 4% en capacitación industrial o empresarial, y el 3% en gestión cultural o deportiva. Finalmente, en cuanto a los ámbitos y niveles de educación formal a los que se vincularon, el 38% realizó sus prácticas en educación primaria, el 17% en educación preescolar, el 14% en educación media superior, el 10% en educación especial —principalmente en Unidades de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (USAER), el 7% en educación secundaria, y en porcentajes menores educación inicial (4%), educación superior (4%), educación comunitaria (3%) y capacitación industrial y empresarial (3%). La variedad de ámbitos y niveles responde a la naturaleza del programa de la Licenciatura en Educación.

Resultados

A continuación, se presentan los resultados sobre la percepción de las PEP, así como las principales recomendaciones que se ofrecen por parte de los estudiantes para la mejora del proceso.
Para los educadores las PEP son un espacio fundamental de formación, representan un crisol donde se concretan las competencias propias de su campo profesional (Pedroza y Villalobos, 2002); sin embargo, y dada la complejidad de esta experiencia formativa, es necesario analizar de manera permanente el proceso en torno al cual se articulan y realizar ejercicios que cuestionen la pertinencia de los distintos elementos constitutivos de este andamiaje. Uno de los insumos indispensables para pensar la práctica es la perspectiva del estudiante-practicante, que le facultará dentro del colectivo escolar para la toma de decisiones fundamentadas. A continuación, se presenta la percepción sobre las PEP que manifiestan los participantes.
Para el desarrollo de las PEP, son relevantes la conciencia y la autorregulación del proceso por parte de los propios estudiantes (Cole, 2011; Correa, 2017); al asumir un modelo constructivista la formación en la autonomía resulta fundamental (UACJ, 2000). Se construyeron 12 enunciados para este aspecto, que recuperaban información desde la etapa de elección del tipo de práctica, hasta la valoración de los aprendizajes construidos durante la misma; en todos los enunciados los resultados fueron favorables, entre el 75% y el 100% manifestó estar de acuerdo o totalmente de acuerdo en cada uno de ellos. Los aspectos explorados fueron: el desarrollo de actividades de preparación previas a la incorporación a la práctica, selección de modalidades, instituciones y proyectos de acuerdo a sus intereses, determinación de objetivos e implicaciones de la práctica, claridad respecto a los procesos y productos, identificación de debilidades, fortalezas, necesidades de aprendizaje, mecanismos de apoyo y logros alcanzados.
La atención a los intereses profesionales de los estudiantes, es un punto considerado como uno de los principios que el modelo de las PEP asume; en este rubro el 86.2% expresó estar de acuerdo o totalmente de acuerdo en que la modalidad asignada respondió a sus intereses profesionales, al igual que la institución (82.8%) y el proyecto educativo (72.4%). Este aspecto se vincula con una de las debilidades manifiestas, el 17.2% de los participantes expresó que la institución, modalidad o proyecto le fueron impuestas sin haber estado de acuerdo con ello.
Con relación al acompañamiento que realizan docentes, administrativos y supervisores de práctica, el 58.6% de los participantes comentaron que están de acuerdo o totalmente de acuerdo con el actuar de la Jefatura de Prácticas —órgano de administración general del proceso—, el 51.7% con el desempeño de los supervisores de práctica y el 93.1% con el acompañamiento recibido por parte de los docentes.
El balance general de los aprendizajes construidos en la práctica es favorable; el 96.5% expone haber construido los conocimientos necesarios para desempeñarse con solvencia en el ámbito de práctica asignado, el 93.1% las habilidades requeridas y el 96.6% las actitudes y valores que se esperan de ellos. En lo específico, se destacan las competencias para la implementación de un enfoque participativo de la intervención educativa (100%), punto central de la experiencia de práctica, además de: realización de diagnósticos participativos (96.5%), sistematización de proyectos educativos (96.5%), uso de la metodología de Marco Lógico (93.1%) y evaluación de proyectos educativos (89.7%). Vinculado con los aprendizajes construidos se encuentra el desarrollo de habilidades cognitivas, aspecto en el cual el total de los participantes coincidieron en haber desarrollado el pensamiento autorregulado, el pensamiento crítico y creativo y el trabajo colaborativo.
De los saberes que se valoran como pertinentes para su futuro desempeño profesional; el 79.3% expresó estar de acuerdo o totalmente de acuerdo en que pudo construir los conocimientos que requerirá en su futuro desempeño profesional, 82.9% las habilidades y 86.2% las actitudes y valores necesarios. Por ello se considera que la experiencia de prácticas posee un fuerte potencial de vinculación con la futura práctica profesional; el 82.7% manifestó que le permite tener un acercamiento a la realidad laboral, un 79.3% que le permiten conocer el campo laboral para el que desea orientar su carrera profesional, y con una puntuación menor, el 58.6% manifiesta que las actividades realizadas durante sus prácticas tienen similitud con las responsabilidades laborales que a futuro desean asumir; este último punto merece una exploración a profundidad.
La práctica se plantea un propósito principal, contribuir a la formación del Licenciada(o) en Educación y concretamente desarrollar habilidades para diseñar, poner en práctica y evaluar un proyecto de intervención educativa a partir de la metodología de Marco Lógico, en este sentido es rescatable que el 93.1% de los participantes están de acuerdo o totalmente de acuerdo en el logro de este objetivo.
Por último, se presentan los resultados de las preguntas abiertas que indagaban sobre las debilidades, fortalezas y recomendaciones que se hacían de las PEP. En cuanto a debilidades se destaca que el 44.8% expresó que la supervisión de prácticas resulta deficiente e insuficiente, al igual que el órgano de administración del proceso, la Jefatura de Prácticas Educativas (17.2%); otros dos aspectos se manifestaron como debilidades: la imposición de institución, modalidad o proyecto de práctica (17.2%) y el que algunas instituciones no conciban a los estudiantes como practicantes profesionales sino como estudiantes de servicio social (13.8%).
La principal fortaleza la constituyó el equipo de docentes titulares de las asignaturas de prácticas educativas (34.5%), seguido de la posibilidad de comprender la realidad educativa a través de la experiencia (24.1%). Finalmente, las recomendaciones brindadas son: mejorar proceso de acompañamiento por parte de supervisión (34.5%), aumentar espacios curriculares de práctica (10.3%), ampliar el catálogo de instituciones receptoras de practicantes y áreas de trabajo (10.3%) e informar de manera efectiva a las instituciones sobre sus responsabilidades y sobre las características de las PEP (10.3%).

Conclusiones

El carácter diverso del programa educativo en el que se insertan las PEP les ofrece retos importantes, sobre todo el de tener la capacidad de responder a la diversidad de intereses de profesionalización del estudiantado. En este aspecto el balance general que se puede construir a partir de los datos es favorable; en su mayoría los estudiantes se encuentran en espacios y procesos que corresponden a sus expectativas profesionales. No obstante, es importante seguir investigando e interviniendo en al menos en tres ejes: a) lograr que todos los actores involucrados coadyuven en el logro de este propósito, b) desarrollar mecanismos efectivos de profesionalización en áreas poco exploradas, como la gestión cultural y deportiva o la capacitación industrial y empresarial, y c) incrementar la vinculación con el sector social.
Otro elemento de las PEP que requiere de especial atención es la supervisión en campo; esta área se considera limitada en su actuar y alejada del propósito para el cual fue incorporada; se percibe distante del practicante y desarrollando procesos de acompañamiento insuficientes. En contraparte y en el mismo rubro de acompañamiento del proceso, se destaca el actuar del equipo de docentes que de acuerdo con la perspectiva del estudiantado constituye un baluarte de las prácticas; resulta fundamental dar continuidad a los procesos constitutivos, de formación y de evaluación que han devenido en la consolidación de un equipo docente exitoso.
En relación con los aprendizajes construidos durante las PEP se hace énfasis en la formación para el desarrollo de proyectos desde una perspectiva participativa y bajo modalidades de trabajo colaborativo, aspecto fundamental en la consolidación de un docente (Sarmiento, 2009); asimismo el desarrollo del pensamiento crítico, creativo y autorregulado, que a saber de los participantes constituye una de las fortalezas de las prácticas.


Irreversible, fotografía. Alicia Vignatti

 

Se concluye que las PEP están consolidando conocimiento experiencial (Zabalza 2011) necesario, desde esta perspectiva, para la futura práctica profesional, que sin embargo requiere de un acompañamiento cercano para lograr que las actividades respondan de manera pertinente a los requerimientos de profesionalización de los futuros licenciados en educación.

 

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Recibido: 2018-08-16
Revisado: 2019-01-20
Aceptado: 2019-02-03