DOI: http://dx.doi.org/10.19137/praxiseducativa-2018-220205

 

ARTÍCULOS

 

Todavía en defensa de la educación. Una reflexión acerca del manifiesto tras seis años de su primera publicación

Still speaking for education. A reflection on the manifesto six years after its first publication

 

Carl Anders Säfström*

 

Resumen: El manifiesto por la educación constituyó, en su momento, un intento de responder a un número de asuntos que conciernen a la educación. Tras algunos años de su publicación volvemos sobre sus basamentos y los reflexionamos a la luz de las preocupaciones actuales. En estas líneas revisitamos el manifiesto sabiendo que muchas de los anhelos y objetivos de aquella publicación están presentes en la actualidad e invitan a continuar la lucha.

Palabras clave: Manifiesto; Educación; Pedagogía; Libertad.

Abstract: The manifesto for education was, at the time, an attempt to answer a number of issues that concern education. After some years of its publication we return to its foundations and reflect on them in the light of current concerns. In these lines we revisit the manifesto knowing that many of the aims and objectives of that publication are present today and invite us to continue the struggle.

Keywords: Manifesto; Education; Ppedagogy; Freedom.

 

El manifiesto se escribió como respuesta a dos circunstancias. Inicialmente, fue una reacción a la afirmación de Jacques Rancière de que la pedagogía esencialmente reproduce un determinado patrón de dominación en la sociedad, dentro de la relación explicativa en la que un docente le explica el mundo a un estudiante. Esto le otorga al docente un poder absoluto sobre la verdad, así como también sobre el tiempo. En segundo lugar, el manifiesto también se redactó como una reacción ante una situación política y social en la cual la escolarización se tornaba cada vez más tecnocrática, alimentada por una agenda neoliberal, que transformaba las escuelas en lugares donde el capital acumulaba valor económico, en lugar de fomentar la educación y la participación democrática. En Suecia, esto sucedió rápidamente, impulsado por un mercado (prácticamente) no regulado que surgió por una alianza entre partidos liberales y de derecha, lo que convirtió al dinero fiscal en ganancias para los capitalistas de riesgo que participaban en el mercado del «cuidado». En consecuencia, se vació de forma sucesiva y eficaz el sector financiero y la dignidad humana, así como el potencial democrático. Aunque se valoró la crítica de Rancière sobre la escolarización tecnocrática, también fuimos un tanto críticos de la forma en la que la educación pareció ser (mal) entendida por el autor. Dimos a entender en el manifiesto que la educación no es tecnocrática, incluso si la escolarización puede serlo. Del mismo modo, también propusimos en otros textos que la escolarización (como idea) carece de un sentido de emancipación, absolutamente fundamental para la educación y, por ende, indicamos maneras para restablecer la educación dentro de la escolarización (como práctica).


S/T
, linoleografía. Dini Calderón

La necesidad de defender la educación parecer ser tan importante como siempre, en beneficio de la educación propiamente dicha. Lo que las sociedades europeas enfrentaron tras el desborde del neoliberalismo comenzó a relegarse; se trata de agendas y políticas autoritarias esencialmente nacionalistas. Al parecer, estas alimentaron a las políticas educacionales atrapadas en los ideales de la neurociencia y el post-positivismo. En tales situaciones, creemos que es incluso más importante volver a conectarse con las ideas que intentamos formular en el manifiesto y con el proyecto intrínsecamente radical que apareja. Pensar en la educación como soluciones para identificar dificultades de eficacia o aprendizaje, o incluso como una respuesta para que la democracia liberal funcione sin problemas no es darle la importancia que conlleva en cuanto a su capacidad para producir el cambio. Los papeles del cambio educacional y la libertad absoluta, necesarios para la democracia, son el de alimentar a la fuerza que algunos denominaron la «revolución constante».

 

 

The manifesto was written as a response to two circumstances. Firstly, it was a response to Jacques Rancière’s claim that pedagogy inherently reproduces a certain pattern of domination in society when the teacher explains the world to the student leaving the former in absolute power over truth as well as over time. Secondly, the manifesto was also written as a reaction to a social and political situation in which schooling increasingly was becoming technocratic, fed by a neo-liberal agenda, turning schools into sites for capital to accumulate economic value rather than as sites for democratic education and participation. In Sweden this happened rapidly driven by an unregulated market unleashed by an alliance between liberal and right-wing parties, turning tax money into profit for venture capitalists engaged in the ‘care’ market. In consequence it successively and effectively emptied the monetary sector and underrated human dignity as well as democratic potentiality.
While we appreciated Rancière’s critique of technocratic schooling we were also to the way education seemed to be misunderstood by Rancière. We suggested in the manifesto that education is not technocratic even if schooling can be so. In the same vein we elsewhere suggested that schooling (as an idea) lacks a sense of emancipation absolutely central for education and therefore we promoted ways to bring education back into schooling (as a practice).


Untitled, linoleography. Dini Calderón

The need to speak for education seems still to be important as ever, and not only for the sake of proper education. What European societies faced after the flood of neo-liberalism began to recede, were hard-corenationalistic agendas and political authoritarianism. This seems to have fed educational policies caught in neuro-science and post-positivistic ideals. In such situations it becomes even more important to reconnect the ideas we try to formulate in the manifesto, and the inherent radical project this entails. To treat education as ready-made solutions to identify problems of efficiency and learning, or even as solution for liberal democracy to function smoothly, is not giving education credit enough for the power of change it entails. The roles of educational change and freedom absolutely necessary for democracy are rather to feed that force which some have called “constant revolution”.

Notas

Traducción al español Daniela Solís y Vanessa Venditti (Grupo GIEEC-CIMED-UNMDP).

* School of Education Culture and Communication, Universidad de Mälardalen, Suecia Profesor de Educación y Presidente de la Graduate School of Philosophical Studies of Educational Relations [Escuela para Graduados de Estudios Filosóficos de Relaciones Educativas] en la School of Education Culture and Communication [Escuela de Educación Cultura y Comunicación], Universidad de Mälardalen, Suecia, y Profesor Visitante en la Universidad de Stirling, Reino Unido. Conduce investigación teórica y empírica en los campos de la filosofía educativa, teoría de currículum y la didáctica. carl.anders.safstrom@mdh.se.

Fecha de Recepción: 1 de diciembre de 2017
Primera Evaluación: 11 de enero de 2018
Segunda Evaluación: 15 de enero de 2018
Fecha de Aceptación: 15 de enero de 2018

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