DOI: http://dx.doi.org/10.19137/huellas-2021-2529

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RESEÑAS

 

Migraciones en Argentina. Una historia de largo plazo. María Dolores Linares y María Silvia Di Liscia (Eds.). Prohistoria Ediciones-EdUNLPam, 2021. Rosario, Argentina, 250 pág. ISBN 978-987-4963-79-6

 

RESEÑA 1

“Migraciones en Argentina. Una historia de largo plazo” es un interesante trabajo que comprende diversas producciones sobre la temática de migraciones en Argentina, que se encuentran hiladas por una búsqueda de nuevas formas de abordajes metodológicos, con la finalidad de enriquecer los estudios migratorios desde múltiples escalas y miradas interdisciplinarias.
En principio, las editoras realizan una ligera introducción donde se plantean las inquietudes del trabajo conjunto. El objetivo es contribuir al análisis de viejos y nuevos procesos migratorios en Argentina desde perspectivas de análisis multiescalares, con estrategias metodológicas mixtas y técnicas cualitativas que involucren la perspectiva de las personas migrantes. Tras ello, la obra se divide en dos secciones: una primera parte, llamada “Migraciones en la historia argentina. Porpuestas y estudios”, que se enfoca en experiencias migratorias desde fines de siglo XIX hasta mediados de siglo XX; y una segunda parte, titulada “Desafíos de las migraciones contemporáneas”, dedicada al análisis de los procesos migratorios desde finales de siglo XX hasta  la actualidad.
El primer capítulo, escrito por María Silvia Di Liscia y Adriana Carlina Álvarez, trabaja con el estudio de caso de la Cruz Roja Argentina y aporta al conocimiento de cómo el espíritu de ayuda humanitaria neutral de la institución fue interpelado por los conflictos de intereses entre los profesionales y asociados de diferentes pertenencias étnicas. Resulta interesante la contribución de las autoras en torno al accionar de asociaciones migrantes y de filiales no nacionales de la Cruz Roja para disputar la recaudación de los aportes solidarios recaudados en Argentina y favorecer a sus naciones, en detrimento del panamericanismo y el nacionalismo cosmopólita que proclamaba la entidad argentina por esas épocas.
El segundo capítulo es un trabajo de Hernán Otero que triangula técnicas metodológicas diversas para reconstruir la experiencia migrante de León, un caso individual que es representativo de la trayectoria vivencial de las muchas personas migrantes de Francia que se asentaron en Argentina. La riqueza de “Cartas a León” radica en identificar, a través del cruce narrativo de la secuencia de cartas recibidas y enviadas por el sujeto, las diferentes etapas de continuidad y ruptura con su país de origen, los vínculos familiares trasnacionales y las redes tejidas con sus connacionales en el país de arribo. Las consideraciones a las que arriba este capítulo enriquece, sin dudas, las formas de mirar los procesos que atraviesan las personas que emigran y los puentes que trazan con su espacio social pre-migratorio.
Siguiendo con la temática de las redes vinculares étnicas, “Escuela y migraciones” es un trabajo que analiza la conflictividad entre las políticas educativas nacionales y las escuelas étnicas o religiosas, comprendidas en lo que se categorizó como “escuelas particulares”. Desde el caso pampeano, María José Billorou describe las acciones que realizó el Estado Argentino en los Territorios Nacionales para reforzar el discurso nacionalista y desalentar las iniciativas educativas de diferentes grupos étnicos en la región. Así también, la autora da visibilidad a las estrategias de resistencia que utilizaron estos grupos para preservar su identidad comunitaria.
En el cuarto capítulo, Alejandro Fernández contrapone a las sociedades de beneficencia con las asociaciones de socorros mutuos pertenecientes a la colectividad española de Buenos Aires. En este cruce, se analizan los rasgos comunes y las trayectorias de tres entidades durante los años 1850 y 1950. Con el uso de fuentes en su mayoría inéditas, se indaga acerca de los roles sociales, las formas de funcionamiento y de financiación de estas asociaciones étnicas, de las cuáles dos han logrado sostener su trabajo hasta la actualidad.
En esta misma línea de estudios sobre asociaciones de migrantes y asistencia social, María Liliana Da Orden invita a recorrer diacrónicamente (entre 1880 y 1950) la conformación de diferentes sociedades de socorros mutuos de origen étnico que estuvieron localizadas en la ciudad de Buenos Aires. A través de este capítulo, es posible comprender las estrategias sociales y de gestión que fueron utilizadas por las instituciones sanitarias de estos colectivos para asegurar su continuidad y profundizar sobre la importancia de los códigos culturales entre connacionales a la hora de recibir o garantizar sus prácticas relacionadas con la salud, la enfermedad y la muerte.
Ya en la segunda parte del libro, María Dolores Linares investiga sobre la migración de la colectividad venezolana a la Argentina, una de las corrientes q más ha crecido en la última década. Situada desde el caso Santa Rosa-Toay, Linares cuestiona la definición teórica de inclusión social desde tres indicadores: la política pública migratoria, la inserción laboral y las percepciones de discriminación en el lugar de llegada. Este trabajo combina la revisión de producción académica y de corpus normativo con entrevistas en profundidad para indagar sobre el acceso a derechos de las personas migrantes contemplado desde el discurso estatal y el efectivo reconocimiento de los derechos económicos, sociales y culturales que perciben quienes migran en el lugar de destino.
 
En el séptimo capítulo, Brenda Matossian y Yamila Abad sitúan su estudio en el partido de La Matanza y avanzan en la comprensión del asentamiento de la población migrante desde las categorías de desigualdad territorial y derecho a la ciudad. Para ello, combinan diferentes técnicas cuantitativas y cualitativas que les permiten trabajar en diferentes escalas de abordaje: Región metropolitana, Partido y Municipio. Resulta interesante ver las relaciones trazadas respecto de patrones de asentamiento, periferias y redes entre connacionales y el reconocimiento de las subjetividades de los colectivos sobre el acceso a la tierra, la adquisición de la vivienda propia y la expansión generacional.
Para sumar al estudio de caso anterior, el siguiente capítulo se pregunta sobre las diferentes normativas nacionales, provinciales y municipales que promueven la diversidad cultural, trabajando en particular el discurso existente respecto a grupos migratorios y relaciones interculturales. En un trabajo metodológico que priorizó el análisis crítico del discurso, Cecilia Melella cuestiona los conceptos de cultura y diversidad utilizados, al mismo tiempo que identifica una vacancia desde la política pública municipal hacia las personas migrantes y la reconoce como un problema de representatividad de las distintas colectividades étnicas.
El capítulo a continuación, escrito por Celeste Castiglione, realiza un recorrido de las prácticas funerarias en la provincia de Buenos Aires llevadas a cabo por diversos grupos migrantes desde la época de la colonia hasta la actualidad. Propone para ello una periodización de cuatro momentos en los que identifica prácticas, lenguajes y técnicas utilizados para la construcción de artefactos funerarios y dimensiones simbólicas asociadas a los homenajes y exequias de las personas difuntas.
El último capítulo, de Susana María Sassone, estudia acerca de los derechos políticos de las y los migrantes, complementando en cierta manera la línea de indagación acerca de los derechos de personas no nacionales iniciada por Linares al comienzo de esta sección. Para ello, se elige el estudio de caso de La Matanza y se analiza la participación política activa y pasiva de emigrantes e inmigrantes, quienes en algunas localidades del partido representan más del 50% de la población residente. Las consideraciones finales identifican inconsistencias en las relaciones entre los derechos políticos y la intervención de las personas migrantes en la construcción de los territorios desde su rol de actores, agentes y habitantes, invitando a un debate de las categorías de extranjeros residentes, migrantes y ciudadanos trasnacionales.
Para finalizar, este libro invita a repensar los procesos migratorios desde experiencias y estudios de caso que no han sido explorados en forma exhaustiva, refrescando las perspectivas de análisis y proponiendo en algunos casos estrategias metodológicas alternativas. Cada capítulo reflexiona acerca de conflictos, fricciones, idas y venidas propios de la interculturalidad y señala diferentes aristas en el intercambio entre migrantes y nacionales. La propuesta logra con éxito formular nuevas preguntas a problemáticas tradicionales que demandan, hoy más que nunca, respuestas plurales y diversas.

 

Antonela Lucía Mostacero1
Universidad Nacional de La Pampa/Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
antonelamostacero@gmail.com

 

Notas

1 Arquitecta. Becaria doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).