Alesso, Marta (traducción, introducción y notas). Homero, Odisea. Reseña por Jeremías Laborde. Circe de clásicos y modernos 29/ 2 (julio-diciembre 2025).

DOI: https://dx.doi.org/10.19137/circe-2025-290212


Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional

RESEÑAS

Alesso, Marta.  Homero. Odisea. Traducción, introducción y notas. Buenos Aires: Ediciones Colihue, 2025, 688 págs. ISBN 978-987-748-102-0

Por Jeremías Laborde

[UNLPam - jeremiaslaborde185@gmail.com]

ORCID: 0009-0007-0563-583X

En la Feria del Libro de Buenos Aires del año 2025, realizada entre los meses de abril y mayo, la editorial Colihue presentó la primera traducción argentina de Odisea, con notas e introducción, de la mano de Marta Alesso. Esta novedad no sólo constituye un hito en la historia de la traducción en nuestro país; es, además, motivo de profundo orgullo para la Universidad Nacional de La Pampa y para todo el sistema universitario argentino, público, gratuito y de altísima calidad. La autora fue docente de esta institución, ámbito en el que ejerció el cargo de Profesora Titular Regular en la cátedra de Lengua y Literatura Griegas; actualmente se desempeña como directora del proyecto de investigación Philo Hispanicus, dedicado a la traducción al español de las obras completas de Filón de Alejandría, además de dirigir la revista Circe, de clásicos y modernos. La aparición de la Odisea de Marta Alesso (y de Homero, por supuesto) resalta y reafirma el inmenso interés que el milenario poema épico despierta en los lectores contemporáneos, al tiempo que ratifica la centralidad de la obra homérica en el sistema cultural occidental. El público lector, el entusiasta greco-aficionado, los profesionales de las letras y las lenguas, docentes y estudiantes por igual; en suma, todas las personas ligadas de alguna u otra forma al mundo de los clásicos (y de los modernos) disponen, ahora, de un instrumento cuyo mérito y provecho no estriba únicamente en la excelente labor filológica, sino además en la atenta notación y en la didáctica Introducción.

Esta última está compuesta por una serie de subtítulos que abordan cuestiones fundamentales en todo estudio sobre la Odisea. El primero es “Homero: el poeta en los poemas”, cuya materia es la célebre cuestión homérica. Allí, la autora repasa las especulaciones que existen en torno a la identidad del poeta, a su efectiva existencia y a la fecha en que sus obras se pusieron por escrito, luego de afirmar que ambos poemas fueron compuestos de manera oral. Posteriormente, se plantea, a raíz de las discordancias en las voces narrativas, la querella entre unitaristas y analíticos, sección en la que la autora recurre a una novedosa comparación cinematográfica para resaltar las diferencias de focalización entre Ilíada y Odisea. Alesso sostiene que en el primer caso la visión es amplia, panorámica, una “perspectiva celestial” (p. IX), en tanto que, en el segundo, la “cámara” casi nunca se eleva por encima del plano terrenal.

A continuación, encontramos el subtítulo “Cómo llegó Homero hasta nosotros”, que busca dar cuenta del trayecto del corpus homérico durante los aproximadamente tres mil años de historia que separan la fecha de composición y la edición que se presenta. Alesso consigna que el lugar privilegiado para la subsistencia de papiros es el norte de Egipto, en cuyas arenas pueden sobrevivir en buen estado de conservación. La actividad arqueológica de los últimos doscientos años permitió recuperar textos escritos en griego desde el siglo III a.C. La presencia griega en Egipto se remonta al “proyecto político de Alejandro Magno que consistía en hacer confluir los valores humanísticos de la educación griega con la sabiduría secular de las culturas orientales” (p. X). En este marco, el rol de los Ptolomeos como mecenas y protectores durante la etapa helenística de Alejandría es sumamente relevante. El establecimiento del Mouseîon y su biblioteca por parte de Ptolomeo Primero Sóter permitió que comenzaran a desarrollarse investigaciones, intervenciones y comentarios sobre los poemas homéricos. La autora consigna la importancia de dos estudiosos, Zenódoto y Aristarco, y sitúa el nacimiento de la filología en la propia Biblioteca de Alejandría a la luz del aristotelismo. No obstante, Alesso sostiene que la gran innovación en términos epistemológicos radica en la lectura alegórica del corpus homérico (p. XII). En este sentido, la autora indica que tanto Ilíada como Odisea son más cercanos a la sacralidad de la Biblia que a otras expresiones en mayor medida literarias, pero que sin embargo no es conveniente catalogar los poemas épicos como “literarios” ni “religiosos”, sino como “textos fundacionales”, transmisores de los rasgos identitarios de la comunidad a la que pertenecen (p. XIII). A partir de lo anterior, resalta el lugar esencial que ocupaban dentro de la paideía, materia del siguiente subtítulo.

El apartado “Los poemas homéricos en la educación griega” consta de una caracterización de la paideía, sistema educativo en el que Homero era memorizado y copiado por los estudiantes, dado que su objetivo primordial era la comprensión y el uso correcto del lenguaje (p. XV). Nuevamente se remarca la importancia de Egipto en la transmisión para la posteridad de las características de la cultura griega, al mencionar que la mayoría de los detalles que tenemos sobre la paideía provienen de allí. A continuación, Alesso pliega sobre sí misma la introducción en términos temporales y regresa a la época de composición de los poemas, en el subtítulo “Qué es la poesía oral”, para definir este tipo de narraciones y analizar de qué manera se observan las marcas de oralidad en la Odisea. El examen de frases formulaicas, las diferencias epocales en la descripción de ciudades y sistemas políticos, el disímil contenido cultural en diversos pasajes, conducen a la autora a sostener la tesis de Milman Parry (1902-1935) sobre el origen tradicional y oral de la obra homérica. Por otro lado, Alesso también considera la métrica como un factor determinante en cuanto a composición y mnemotecnia, revistiendo gran importancia el hecho de que los hexámetros dactílicos, en general, pudieran representar una idea completa (p. XVIII). En este punto, finaliza la parte contextual de la introducción y comienza la propiamente textual.

La importancia de la métrica en el análisis de la Odisea vuelve a quedar patente en un subtítulo con ese nombre –“Métrica”–, en el que Marta Alesso explica concisamente nociones sustanciales en cuanto a ritmo y estructura silábica, además de ejemplificar las cinco posiciones en que puede aparecer la cesura (pentemímera, pentemímera femenina o trocaica, heptemímera, tritemímera y diéresis bucólica), con citas de la propia obra en griego y su correspondiente traducción. Se concluye, de este tipo de análisis, la inmediata relación entre métrica y composición formulaica, ya que es común que palabras y frases repetidas aparezcan en el mismo lugar (colon) de los versos.

Continuando con el análisis textual, la autora comenta, en el subtítulo “La estructura de la Odisea”, la complejidad que encarna la descripción estructural del poema. El exponente principal de esta complejidad se da en el relato que realiza Odiseo sobre su largo nóstos en la corte de Alcínoo. Además de la relevancia estructural que entraña este episodio, Alesso observa allí, con notable audacia, que “el prolongado relato de Odiseo a los feacios pudo ser otra de las historias falsas del gran mentiroso (…)” (p. XXI). Para ilustrar la novedosa lectura, contraponemos a estas consideraciones las realizadas por otro insigne estudioso de Homero, Carlos García Gual, que sostiene en la Introducción a la Odisea de Gredos (2015 [1° Ed. 1982]): “Sabemos que Ulises es un diestro embustero, que saca provecho de sus mentiras (…) Cuando Ulises cuenta episodios extraños, maravillas increíbles, prodigios inauditos, cuenta la verdad; cuando expone una historia verosímil (…) está urdiendo una mentira provechosa” (p. XV). La lectura que propone Alesso es sin dudas provocativa, pero igualmente profunda, condice con los atributos del héroe homérico y amplía aún más las posibilidades del texto. Hecha esta digresión, volvemos al tema central del subtítulo. La autora plantea una lectura de la Odisea organizada en seis grupos de cuatro cantos cada uno, divididos según los hilos temáticos y la cronología de la acción. Tenemos, entonces: “Telemaquía”, “De Calipso a Nausícaa”, “El apólogo de Alcínoo”, “Odiseo en su tierra natal”, “Los pretendientes en el palacio” y “La venganza y la restitución del orden patriarcal”.

El siguiente subtítulo, “El palacio de Odiseo”, ofrece un análisis filológico de los términos utilizados en lengua griega para referirse a una vivienda. De todos ellos, el más importante por su variedad semántica es oîkos, que puede significar tanto la estructura material del palacio o casa, con sus tierras y ganados, como también la unidad social que incluye a todos los dependientes de un jefe de familia: parientes, subordinados, protegidos y amigos (p. XXXVII). Seguidamente se explican los conceptos de propiedad de la tierra como elemento aglutinante, la relación jerárquica entre los integrantes del oîkos y la organización interna de esta unidad, donde resaltan, en particular, las nociones de protección y fidelidad.

Estas ideas sirven a la autora para analizar dos términos, mégaron y thálamos, altamente funcionales en la obra y que se relacionan directamente con episodios centrales en el poema: las siervas infieles son colgadas luego de limpiar el mégaron y el thálamos es el escenario en el que Penélope pone a prueba a Odiseo antes del reconocimiento.

El subtítulo “Nuestra traducción” expone los criterios utilizados por Alesso a la hora de traducir. En principio, señala que la presente edición sigue el texto fijado por Peter von der Mühll (Homeri Odyssea. Basel: Helbing Lichtenhahn, 1962). Luego refiere los principios que guiaron su trabajo: se trata de una traducción versada, cuyas palabras están en el mismo orden que en el hexámetro homérico; los nombres propios siguen la etimología griega; se opta por la traducción idéntica de todas las fórmulas; se evitan en lo posible las perífrasis, por lo que a cada palabra en griego corresponde una sola palabra en español, con lógicas excepciones.

Concluyen esta valiosa Introducción tres apartados de sumo provecho. “Traductores de Odisea (listado no exhaustivo)” consigna desde la labor de Livio Andrónico en el siglo III a.C. hasta novedades del siglo XXI como la traducción al chino de Huansheng Wang. En “Cronología” se listan acontecimientos significativos en torno a la historia griega y el estudio de la obra homérica. Finalmente, Alesso ofrece una vasta bibliografía temática que resulta en extremo útil a la hora de examinar la Odisea.

La “Introducción” comentada con anterioridad no cae en ningún momento en hermetismo académico, ni opaca la interpretación con excesivas demostraciones de erudición. Por el contrario, la claridad y precisión conceptual demuestran un conocimiento íntegro de la materia ligado a una voluntad didáctica que ciertamente es lograda. Con esto, la “Introducción” se erige como un instrumento valioso para toda persona que acometa la lectura de esta traducción. Una traducción que, por otra parte, cumple con creces las expectativas que la propia traductora anota en la página XLII: “(...) que (…) sea útil para un público extenso, tan amante de Homero como quien les ofrece la presente versión”. El respeto por los versos originales siempre es agradecido por estudiantes y docentes, ya que permite una lectura y una ubicación que resultan imposibles en versiones en prosa. Más allá de este hecho formal, las decisiones de traducción dotan al texto de una grata legibilidad sin perder profundidad filológica.

Párrafo aparte merecen las profusas notas que ilustran el volumen. La cuantía (el poema contiene dos mil setecientas ochenta y siete) no resulta abrumadora. Antes bien, la lúcida y educativa notación auxilia la lectura con información oportuna en las áreas léxica, lingüística, histórica, contextual y bibliográfica. En este sentido, destacamos la inclusión, al inicio de cada canto, de una nota explicativa que resume los temas y la estructura que encontraremos en ellos, además de situar cronológicamente al lector a lo largo de los cuarenta y un días de acción del poema. Por otro lado, la autora identifica y localiza los distintos episodios que componen cada canto mediante subtítulos que permiten ubicarlos con facilidad. Cierra la edición el “Índice de nombres propios y gentilicios”, siempre útil en obras de magnitud tal como la Odisea.

No podemos dejar de mencionar la inmensa importancia que tiene la publicación de esta “traducción, notas e introducción”. Quizás la filiación académica de la autora, la inmediatez que supone su nombre para quienes formamos parte de esta casa de estudios, o incluso su nacionalidad supongan cierto grado de intromisión de la subjetividad, cierta tentación hacia una valoración positiva. Creemos que, a pesar de nuestra falible parcialidad, la obra, en toda su dimensión, se explica por sí misma. El trabajo de Alesso se inscribe en la historia del interés incesante por la obra homérica, con un valor intelectual que juzgamos notable y trascendental.