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Simone de Beauvoir ¿Madre del feminismo?  

María Luisa Femenías (2021) Buenos Aires, Editorial Lea, 283 páginas.

En época en que las ideas de la escritora, como ella se llamó así misma, Simone de Beauvoir, se reinterpretan, critican y tratan de “superarse” se publica este libro de María Luisa Femenías, con un estudio muy profundo del Segundo sexo (1949) en el cual analiza el pensamiento feminista de la autora en un recorrido de la obra con algunas referencias a otros escritos filosóficos y literarios. Es también un pre-texto para actualizar el Feminismo de la Igualdad, del “hijo no querido de la Ilustración” en palabras de Amelia Valcarse.

La autora realiza un recorrido de las referentes escritoras feministas entre ellas Kate Millet, las que partieron de los conceptos emitidos por Simone: proyecto, trascendencia, situación, sujeto, la Otra, para elaborar sus teorías. No podemos ignorar que las principales corrientes epistemológicas del siglo XX se construyeron a partir de estos conceptos emitidos en el Segundo sexo. Libro prohibido en ese entonces, en algunos países, por la razón de cuestionar las raíces profundas de la discriminación femenina.

Con este estudio Simone de Beauvoir “procedió a desmontar y denunciar la lógica del poder de la opresión sexual” afirma Celia Amorós y agrega Femenías “a mitad del siglo XX provoca un quiebre teórico contra la naturaleza femenina, realizando un estudio profundo, complejo y extenso” (p.19). “Todas queríamos ser como Simone” señalaba Mónica Tarducci (me incluyo). Puesto que esta escritora francesa sacudió nuestro conformismo de ser el sexo débil en esos años que se han llamado “la Revolución cultural de los 60” significó un despertar y reeplanteo del feminismo, no sólo en lo teórico sino también en la vida personal y cotidiana.

En nuestros días del siglo XXI sigue vigente la relectura del Segundo sexo a la luz del debate feminista de las corrientes de la igualdad y la diferencia; de la modernidad y la posmodernidad.

Este libro se edita en tiempos que otras teorías actuales que se consideran a sí mismas avanzadas “ignoran en profundidad el legado de Beauvoir”, así lo señala Celia Amorós, una de las principales referentes del Feminismo de la Igualdad y maestra de María Luisa Femenías, a quien le dedica la publicación y también “a las amigas del Seminario Feminismo e Ilustración”.

 La autora en diez capítulos rescata en su verdadera significación las principales ideas existencialistas simoneanas, diferenciadas de Sartre y Merleau Ponty puesto que la han señalado como un epígono de estos filósofos.

En el capítulo dos realiza un estudio profundo de las traducciones adulteradas - intencionales o no- y así en forma elegante justifica lo poco conocedora de las obras  de Simone de algunas detractoras feministas, de  “las hijas rebeldes”, entre ellas Judith Butler, -autora audaz, tan difundida como contraversial-, cuando refiriéndose a la famosa frase no se nace mujer se llega a serlo expresa “es una construcción fuertemente voluntarista debido a que acepta un determinismo biológico, esencialista y binario e ignora el carácter performativo del género sobre el sexo” (…) la idea de mujer opera como una unidad de control social que regula y legitima la norma de heterosexualidad compulsiva” (p. 236). Femenías no está de acuerdo con esta crítica. Escribe un capítulo llamado “La lectura girotrópica de Butler”, es decir un giro lingüístico en tanto mediador y conformador de la realidad, no se propone analizar la teoría en su conjunto de Butler, tan sólo lo referente a la interpretación que realiza de la escritora francesa porque considera que ésta construye su argumentación en el entorno social y cultural de las mujeres que las determina, las mujeres situadas. Sostiene “devenir mujer es un constructo, no una cuestión del sexo”.

En las conclusiones resume el ideario de la filósofa existencialista basadas en sus ensayos filosóficos, novelísticos y de acción puesto que se ha convertido en una voz autorizada que denuncia los espacios siempre ajustados de libertad de las mujeres, que se ganan, se pierden, se reconquistan.

La intención de María Luisa Femenías, muy bien lograda en mi opinión, es demostrar el distanciamiento conceptual respecto al existencialismo de Sartre y sostener que la autora del Segundo sexo dio lugar a una genealogía femenina/feminista. Afirma que es una tarea inconclusa que se debe seguir profundizando. Sin embargo, este recorrido teórico tiene la significación de acentuar la hipótesis que Simone de Beauvoir ha sido “la madre del feminismo”.

Nélida Bonaccorsi

CIEG, FaHu, UNCo